por David R. Chacón Rodríguez
Teófilo Rodríguez fue uno de esos caraqueños ejemplares que vivió consagrado al estudio y divulgación de la cultura nacional. Con igual pasión cultivó el derecho, la docencia, la historia, el periodismo, la oratoria, el ensayo, la poesía, y el folklore, y por sus relevantes méritos fue condecorado el 3 de julio de 1888, con la Medalla en honor de Instrucción Pública para premiar los servicios prestados y méritos adquiridos en estos importantes ramos.
En su larga hoja de servicios a la nación, se destaca como miembro fundador de la Academia Nacional de la Historia, e individuo de Número de la correspondiente a la Lengua española; Jurado por la Facultad de Ciencias Eclesiásticas en el Certamen Literario promovido con motivo del cumplimiento del Primer Centenario del nacimiento del Libertador Simón Bolívar; Inspector General de los Exámenes del Distrito Federal; Miembro Principal de la Junta departamental, parroquial y vecinal del Distrito Federal en el Estado Bolívar, representando la Parroquia Santa Rosalía; Miembro de la Junta de Administración Escolar de la Escuela Politécnica de Caracas; miembro activo de la Academia de Ciencias y Bellas Letras denominada Ateneo de Caracas[1]; miembro de la Junta que ha de formular el programa de los festejos para la celebración del Centenario del Gran Mariscal de Ayacucho; miembro de la Junta para la celebración del Centenario del Gran Mariscal de Ayacucho; miembro de la Comisión creada para organizar el Museo Boliviano; Orador de Orden en la Junta Pública que se celebró con motivo de cumplirse el 28 de octubre de 1891, el tercer aniversario de la fundación de la Academia Nacional de la Historia; Diputado en la Legislatura del Estado Bolívar; Juez del Crimen; Magistrado de la Corte Suprema de Justicia; Ministro de la Corte de Casación; Presidente de la Corte Superior del Distrito; Presidente de la Corte Superior del Estado Bolívar y Presidente de la Corte Suprema del Distrito Federal.
Nace en Caracas,
el 4 de septiembre de 1843[2],
del matrimonio de Juan Feliciano Rodríguez y Amelia Rodríguez Comíns. Es
bautizado el 21 de julio 1845, por el presbítero José Trinidad Lozada con el
nombre de Teófilo Rosalio, en la Iglesia parroquial de San Pablo de Caracas.
Fue su padrino Don Francisco Díaz[3].
A la edad de 11
años, comienza a cursar el 1º de
septiembre de 1854, sus primeras letras en el Colegio de Santo Tomás[4],
llamado posteriormente Colegio de Vargas. Este instituto estaba regido por
Manuel María Urbaneja y Ramón Isidro Montes[5]. Entre sus profesores figuraron eminentes
personalidades como: Agustín Aveledo Tovar[6],
Gerónimo Eusebio Blanco, Manuel María Urbaneja, Eduardo Calcaño y Nicomedes
Zuloaga.
El 24 de
septiembre de 1860, con motivo de celebrarse en esa fecha el día de Nuestra
Señora de la Merced, advocación a la
cual estaba dedicada el Colegio de Vargas se celebró la distribución de premios
y por esa razón se realizó un acto literario en el que el Bachiller Teófilo
Rodríguez disertó sobre el tema: Sin
religión no hay Moral[7],
igualmente fue escogido por el Director, Gerónimo Eusebio Blanco, para que en compañía de los bachilleres
Domingo Guzmán y Camilo Alfaro recibieran a los señores examinadores y demás
concurrentes para darles colocación en los asientos que respectivamente les
estaban asignados.
El 1° de
septiembre de 1860, inicia sus estudios superiores[8],
habiéndose matriculado en la Universidad de Caracas para cursar las carreras de
Derecho Canónico y Derecho Civil, las cuales concluye en 1870. A partir de
entonces se consagra con vehemencia al cultivo de la jurisprudencia, donde
alcanzaría su mayor renombre y prestigio. Su carrera docente comienza en 1863
cuando se desempeña como Vicedirector-Secretario del Colegio de Vargas[9],
el cual estaba dirigido por el Doctor Rafael Villavicencio[10].
Allí imparte las cátedras de Geografía Elemental y Geografía General, luego,
dos años más tarde, es catedrático de francés en el Colegio El Ávila.
El 23 de
septiembre de 1862, publica el Reglamento de La Oliva. Sociedad religiosa bajo la advocación de la gloriosa
Asunción de Nuestra Señora a los Cielos[11].Caracas.
Imprenta de Ramón Alcalde Piña. Del cual era su Presidente y Tomás Lander, su
Secretario. Su objeto era el de crear fondos para celebrar anualmente una
fiesta a la Asunción de María, en el templo parroquial de Altagracia,
donde aquella es venerada.
El 7 de enero de
1867, recibe el título de Doctor en Derecho Civil[12].
El 18 de marzo de
1866, en compañía de Francisco de Paula Acosta,
Agustín Aveledo Tovar, Manuel Vicente Díaz, Adolfo Ernst, Arístides Rojas y
Luciano Urdaneta, funda la Sociedad de Ciencias Físicas y Naturales,[13]
con el fin de realizar estudios sobre la historia natural del país e impulsar
su estudio. Allí formó parte de las comisiones de Zoología[14]
y Mineralogía[15].
El 6 de Diciembre de 1866, recibe de manos del
Doctor Carlos Arvelo, Rector de la Universidad Central de Venezuela el título de Licenciado en Sagrados Cánones:
Irregularitas ex crimine vel homicidio voluntario proveniens a jure divino
procedit (St Paulus ad Titum, Cap 1 versiculo 6 y 7. 1ª a Timoteum, Capitulo 3,
versiculo 2 y 10; y en Derecho Civil: Yn integuin rectitutio favet ecelessia.ut
pote minoubus vigenti quinque annorum (Deduc cap 1 y 7 de in integrum restitutiones).
Sus tesis en lengua latina versaron sobre:
1.- Restitutio
proetoria non conceditur nisi causa non leavi (Mackeldey-Derecho Romano).
2.- Nepoti ab euroun avibus meliorati esse possirnt in
tertio, etiam parentes viventes (ler 2, fol. 6, lib 5, recop).
3.-Sponsa a marito osculata prius quam matrimonium
consumatum sit, jus habet medietati oarum quae maritus ejus illi donaverit[16] (ler 4, fol. 2, lib 5, N recop.).
Se matrícula en
el Colegio de Abogados de la República de Venezuela, como abogado residente en
el Distrito Federal. (Doctor en Ciencias Políticas).
Entre el 5 y el
11 de enero de 1868, publica una
elocuente remitido con el título "Una
visita a dos tumbas" como replica al articulo que tradujo el Doctor
Adolfo Ernst tomado de la Gaceta Occidentale (Weser Zeitung) que apareció en el
periódico "El Federalista"
(Nº 1317) referente a la tumba de San Pedro Alejandrino.
Recién graduado,
se le abren las puertas de la docencia universitaria, pues el 9 de mayo de 1870
es nombrado para desempeñar la Secretaria Rectoral de la Universidad Central de
Venezuela[17],
a pesar de que renuncia al cargo el 14 de diciembre de 1872, alterna la
enseñanza en las facultades de Ciencias Políticas y Eclesiásticas, asumiendo la
regencia de las cátedras de Derecho Público Eclesiástico, Derecho Canónico,
Derecho Administrativo, Derecho Político y Sistema Federal, Derecho Español,
Derecho Penal, Derecho Natural, Derecho Constitucional y Derecho Internacional
Público, actividad que ejerce hasta poco antes de su muerte.
Su participación
en la prensa nacional data con propiedad, desde 1865, cuando, a la edad de 22
años, funda en compañía del Doctor
Rafael Villavicencio el periódico "El Amigo del Progreso. Religión, Ciencias,
Literatura, Bellas Artes, Industria[18]",
siendo éste el primer periódico Religioso, Científico y Literario que se
publicó en Caracas; después nacieron "El
Americano" y la "Revista
Literaria" y a partir de esa fecha, su firma aparecerá en los más
prestigiosos diarios y revistas del país, tales como los Anales de la
Universidad; "El Ángel Guardián"
Hebdomadario religioso, moral, científico y literario[19];
El Bolivarense de Petare; El Cojo Ilustrado; El Entreacto; El Patriota; La
Opinión Nacional; La Tribuna de Petare[20];
La revista científica Vargasia[21]
y en otros órganos del periodismo que acogieron sus escritos.
Sus inquietudes
científicas hacen que sea uno de los fundadores, de la Sociedad de Ciencias
Físicas y Naturales, creada el 18 de marzo de 1866, con el fin de realizar
estudios sobre la historia natural del país e impulsar su estudio. Allí formó
parte de las comisiones de Zoología y Mineralogía. Los otros miembros que le
acompañaban fueron Francisco de Paula
Acosta, Agustín Aveledo Tovar, Manuel Vicente Díaz, Adolfo Ernst, Arístides
Rojas y Luciano Urdaneta.
Igualmente forma
parte del grupo fundador del Club Unionista de Venezuela, creado el 14 de
octubre de 1866, con el laudable objeto de prestar su contingente a la paz y
prosperidad de Venezuela y así, propender al mejoramiento moral y material del
país, procurar que la nación esté bien representada en el exterior, y
esforzarse en plantear en nuestro suelo una nueva escuela política, con
prescindencia absoluta del pasado y teniendo únicamente en mira el porvenir.
Esta asociación hace absoluta abstracción de las denominaciones y odiosidades
que habían engendrado hasta ahora los partidos políticos. En compendio, ella
procuraba el fomento de Venezuela y la unión cordial de sus habitantes[22].
El 8 de
diciembre de 1867: En el acto de repartición de los premios de la ilustre
Universidad pronuncia en el Templo de San Francisco, un sendo discurso
planteando serias reformas educativas (citado por Rafael Villavicencio en el
discurso pronunciado ante la ilustre Universidad Central, en el acto de
repartición de los premios el 8 de enero de 1869[23].
A su fina pluma
debemos la primera descripción de las famosas cuevas de San Juan de los Morros,
visitadas por él en el año 1873.
En 1878, participa con un artículo sobre el 19 de
abril de 1810 en el Certamen Nacional
Científico y Literario celebrado el 28 de octubre de 1877 por disposición del
Gran Demócrata General Francisco Linares Alcántara, Presidente Constitucional
de los Estados Unidos de Venezuela, en honor de la Memoria Excelsa de Bolívar.
Caracas. Imprenta Nacional. 1878[24].
En 1880, publica una elegía en prosa titulada A la memoria de la señorita Carmen Fombona. En
Siempre-vivas en la tumba de de la
señorita Carmen Fombona[25].
El 3 de febrero
de 1881, nace de la unión con Avelina Meza, su único hijo, el cual llevará por
nombre Blas Reinaldo[26].
Llama la
atención que entre la larga lista de generaciones que figuraron entre sus
alumnos, destaca de manera especial el
Doctor José Gil Fortoul, quien además de ser su alumno, realizó la pasantía judicial bajo su tutela, por espacio de dos años [27].
El 24 de julio
de 1883, en compañía del Doctor José
Antonio Ponte, Dignísimo Arzobispo de
Caracas y Venezuela y Presidente de la Facultad de Ciencias Eclesiásticas de la
Universidad Central y Ezequiel María González, Vicerrector de la Universidad,
es nombrado jurado por la Facultad de Ciencias Eclesiásticas en el certamen
literario promovido con motivo del cumplimiento del primer centenario del
nacimiento del Libertador Simón Bolívar. Los temas escogidos fueron:
1.- La
influencia del catolicismo en la civilización de Venezuela.
2.- La
indisolubilidad del matrimonio, base de la familia en la sociedad venezolana,
como se preparó y ha conservado la moralidad de las costumbres públicas.
El 29 de marzo de 1884, es nombrado por el Presidente de la República
(Guzmán Blanco) Inspector General de los Exámenes que, al efecto de habilitar
los estudios correspondientes al sexto año en
las carreras de Ciencias Políticas y de Medicina Legal [28].
Un contemporáneo
suyo, el Doctor Felipe Tejera en su obra Perfiles Venezolanos (Caracas, 1888,
pág 425-426), nos trazó este estupenda semblanza gracias al cual podemos conocer los amables
rasgos de su modesta figura y personalidad: "Teófilo Rodríguez es un caballero educado como pocas figuras en los
altos salones; fino de porte y como vaciado en los moldes de la urbanidad de
Carreño. Le adornan prendas extremadas como ciudadano y como amigo, y aunque de
carácter un tanto meticuloso y desconfiado, sabe conservar la simpatía que
desde luego se capta en el trato social, así por la pulcritud de su conducta
como por la exquisita urbanidad de sus maneras". Otra visión de su
consumada laboriosidad nos las las trasmite Don José Güell y Mercader
(Hortensio) [29] quien consigna su opinión de esta
manera:"En sus tradiciones populares
de Caracas, colección de artículos empezados a publicar en una revista
venezolana, revela asimismo buena disposición para investigar y exponer
noticias curiosas e interesantes, sin incurrir en el defecto de pesadez en que
suelen caer los que este género literario cultivan".
Su contribución
al estudio del folklore nacional queda plasmado en su obra "Tradiciones Populares". Colección
de Crónicas y Leyendas Nacionales narrada por varios escritores patrios.
impresa en Caracas en 1885, escritas con sencillez y agudeza, además, es autor
de una serie de artículos y crónicas de costumbres, entre los cuales merecen
citarse los intitulados: A orillas del mar; "Contribución al Folk-lore: Ligeras muestras de medicinas popular[30]”; "Contribución al folk-lore: Sobre la frase dar calabazas[31]";
El Carretón de la Trinidad; El Fantasma; El Hermano Penitente; El Hogar
Campesino[32];
El Reloj de Piedra de San Jacinto[33];
"La ineludible Ley...[34]";
La Luz del Tirano de Aguirre; La Mula
Maniatada; Los Espantos y Tesoros; Supersticiones relativas al matrimonio.
(Extracto de un trabajo remitido a la Sociedad de Tradiciones Populares de
París)[35];
Un editorial como otro cualquiera; Una
hora de Meditación; una breve reseña biográfica del Doctor Gerónimo Eusebio
Blanco Rivas (1819-1887). [36],
"Fraternidad[37]", "El
5 de julio"[38],
"Con ocasión del centenario del
natalicio de Bello[39]".
En 1885, publica
su obra "Tradiciones Populares"
Colección de Crónicas y Leyendas Nacionales narrada por varios escritores
patrios. (Caracas. Imprenta Editorial (Este 6) 1885. 340, [4] p. 22 cm).
correspondiente al folklore del centro del país. Obra que comenzó en 1871. Con
esta obra ha hecho un verdadero servicio a la literatura nacional, pues ellas
vienen a ser como bocetos de aquella época. Dicho libro contiene, aparte de
algunas tradiciones nacionales debidas por su pluma, recoge otras de diversos
escritores patrios.
El 3 de julio de
1888, se le concede la uso de la condecoración "Medalla en honor de Instrucción Pública" creada por
Decreto del 27 de enero de 1877, para
premiar los servicios prestados y méritos adquiridos en este importante ramo[40]
y seis días más tarde, con motivo de cumplirse el primer aniversario de la
muerte del Ilustre Académico Doctor Gerónimo Eusebio Blanco publica en La
Opinión Nacional[41]
una necrología.
En compañía de
Luis Ezpelozín edita en 1889 una obra con el título "Reformas Constitucionales".
Cuando el
Presidente Juan Pablo Rojas Paúl establece en 1888 la Academia Nacional de la
Historia, escoge su nombre para que como Individuo de Número ocupe el Sillón
Letra R[42]
y así premiar su alto prestigio como jurista (In utoque jure) y estudioso de la
historia. Su vida académica fue igualmente fructífera, allí realizó una brillante y lúcida actuación
recibiendo la distinción de ser elegido Archivero-Anticuario[43];
Bibliotecario; Miembro de la Comisión de Anales[44];
Miembro de la Comisión de Cuentas[45],
Miembro de la comisión permanente de Biblioteca; Tesorero[46]
y Secretario en seis oportunidades[47].
En 1890 se
desempeña como Director de la Escuela Politécnica de Caracas, el primer liceo
creado en nuestro país, conocido modernamente con el nombre de Liceo Andrés
Bello. De esta época, el escritor Guillermo Cabrera Domínguez al hacer la
historia de esta importante institución nos trasmite el siguiente perfil
docente: "Hay una hermosa mañana y el profesor está leyendo a sus alumnos
la hermosa fábula de Lafontaine El lobo y
el cordero, con el fin de que éstos desarrollen un tema libre sobre su
contenido. De repente hace su entrada en el salón de clases un presuntuoso y
arrogante oficial quien, sin mucho miramiento y después del saludo de rigor,
participa al profesor de parte de su coronel, que debe abandonar lo más pronto
posible el recinto donde funciona esa escuela debido a que la casa en cuestión
va a ser utilizada como cuartel. Seguidamente el engreído militar se marcha con
evidente desenfado dejando al maestro y alumnos la oportunidad de comprobar con
amargura la sabia moraleja de la fábula donde el más fuerte impone su condición
al más endeble. Es la época en que los lobos se nutren de la flaqueza y
debilidad de los corderos. Desde ese día Don Teófilo Rodríguez, que así de
llama el nuevo Director, se ha concretado en buscar aquí y allá un nuevo local
para su fábrica de sueños y al fin la encuentra entre las esquinas de Hoyo y
Castán. Contemplamos la vivienda y podemos darnos cuenta de que es más pequeña
que el local de La Viñeta. Tiene, sin embargo, espacio suficiente para poner a
funcionar los tres cursos que se dictan para entonces, y allí se va Don
Teófilo, con su rebaño de promesas a pasar trabajos y penurias, pero firme en
su afán de enseñar y educar a sus muchachos.
Nos llama la
atención una campana dorada que acaba de traer de España el padre agradecido de
un alumno del plantel y que ha sido colocada a las puertas de la Dirección para
que anuncie, con su alegre canto, el comienzo y el final de clases. Por cierto
que nos hemos enterado de que los muchachos, con su sabia y picaresca
ocurrencia, la han bautizado como La
soprano de Don Teófilo.
Más adelante
Cabrera Domínguez expresa:
"Observemos
con atención cuanto está ocurriendo en la casa de Castán. Resulta que los
dueños del inmueble han resuelto habitarla de nuevo y han enviado al maestro
Rodríguez una fría e indiferente comunicación donde le participan que tiene
tres meses para buscar otro lugar para su escuela. Nuevamente surgen la
angustia y las nerviosas diligencias por la consecución de un nuevo inmueble
que reúna las condiciones para el funcionamiento de la institución. Al fin, lo
encuentran entre las esquinas de Santa Teresa y Cruz Verde. Podemos observar
cómo va llegando nuevamente esta legión de soñadores y también podemos
comprobar cuánto ha crecido con el tiempo. Allí se encuentran los muchachos
reunidos alrededor de una antigua fuente siciliana que adorna el patio de la
nueva mansión.
Desde donde nos
encontramos, podemos oír sus bromas, sus gritos y algazaras y podemos apreciar
también cómo abundan los empujones y cómo algunos han caído al agua de la
fuente, obligando al Director a retirar el cristalino líquido y dejar la pila
seca, pues son muchos los resfriados y catarros que han afectado a estos nuevos
y bulliciosos inquilinos. Desde la galería principal podemos ver de nuevo la
soprano de Don Teófilo dirigiendo con su canto las actividades de maestros y
alumnos.
Un sorpresivo
terremoto ha puesto a crujir y a rechinar techos, puertas y ventanas en toda la
ciudad y la vieja casa de Cruz Verde no escapa a la acción del fenómeno
telúrico y su pesada estructura amenaza con caerse obligando a Don Teófilo a
salir precipitadamente del local y a buscar de nuevo sitio donde mudar su
escuela y poder continuar en su nómada existencia. La encuentra en la esquina
de Colón y allá se marchan en tropel, la soprano de Don Teófilo, seguida de
cerca por maestros y alumnos, estos últimos en su condición de gente joven van
gritando y comentando alegremente, completamente ajenos a las penurias de sus
esforzados dirigentes por labrarles un porvenir"[48].
El 28 de octubre
de 1891, fue elegido Orador de Orden en la Junta Pública que se celebró en la
Academia Nacional de la Historia con motivo del tercer aniversario de su
fundación[49].
Por excitación
de la Junta organizadora de la exposición Colombina de Chicago, efectuada en
1893, remite una memoria sobre el Folklore, la cual fue leída y bien acogida en
el congreso de folkloristas reunidos en aquella ciudad.
El 21 de junio de 1893, firma el Acta de
promulgación de la Constitución Venezolana de ...., verificada solemnemente a
las 4 de la tarde del 5 de julio del mismo año, en el salón de recepciones de
la Casa Amarilla[50].
El 3 de febrero
de 1895 fue designado Orador de Orden en la Conmemoración de la fiesta del
Centenario del nacimiento del General Sucre. A nombre de la Junta Directiva del
Centenario, pronunció un brillante discurso en el Salón Elíptico del Congreso
Nacional. En ese mismo día se
inauguraron los cuadros de las batallas de Boyacá, Junín y Carabobo.
El 23 de mayo de
ese mismo año, es nombrado miembro de la
Junta para la celebración del Centenario del Gran Mariscal de Ayacucho (3 de
febrero de 1895), con el fin de organizar la conveniente celebración del
Centenario en el Distrito Federal. Estaba compuesta además por los siguientes
ciudadanos: Doctor Agustín Aveledo; General Pedro Arismendi Brito; Luis Alberto
Sucre; Doctor Lucio Pulido; Tomás Michelena; Henrique L. Boulton; Juan E.
Linares; Agustín Valarino; Doctor Adolfo Ernst; Doctor Jorge Nevet; Jacinto
Gutiérrez Coll; José Antonio Mosquera; Carlos Santana[51].
El 13 de
diciembre de 1902, en compañía de un grupo de profesores de la Universidad
Central de Venezuela, firma un manifiesto para aplaudir la actitud patriótica
asumida por el supremo gobierno ante el bloque efectuado por las potencias
extranjeras ese año.
Los otros
profesores fueron José A. Baldó, Luis Razetti, Bernardo Esteves, Federico
Urbano, Miguel R. Ruíz, P. Hermoso Tellería, A. P. Mora, Pablo Francisco de
Jesús Acosta Ortíz, Juan de Dios Villegas Ruiz, E. Delgado Palacios, Luis
Sorian, J. Díaz, G. Delgado Palacios, Carlos León, J.B. Bance, Jose Gregorio
Hernández, F. A. Alfaro, Felipe Tejera, Carlos F. Grisanti Franceschi, Félix
Montes, Tomás C. Llamosas, S. Vaamonde Blesbois, T. Aguerrevere Pacanins, Juan
Pablo Tamayo, H. O. Lupi[52].
El 14 de enero
de 1906, es designado Orador de orden
para contestar el Discurso de Incorporación a la Academia Nacional de la
Historia del Presbítero Doctor Ricardo Arteaga, quien disertó sobre el tema La
Ley Moral en la Historia[53].
El 20 de mayo de 1908, junto a Laureano
Villanueva y Manuel Antonio Díez, presenta a la Academia Nacional de la
Historia sobre el tema ¿Qué punto de Hispano América fue el primero en
apellidar Independencia a la Madre Patria.?, el cual fue aprobado en su sesión
ordinaria del día 29 de julio de ese mismo año y fue publicada en los Anales de
la Universidad Central de Venezuela[54]
y en la Memoria de la Academia Nacional de la Historia, ahí se afirmaba que el
19 de abril no era el día iniciativo de nuestra independencia, sino que ese día
se ejerció de hecho, el primer acto de soberanía popular, deponiendo a las
autoridades coloniales, aunque simuladamente se guardara fidelidad a la Corona
de Fernando VII, por entonces juguete baladí de Napoleón.
El año
siguiente, forma parte de los profesores Examinadores de Número de la cátedra
de Derecho Constitucional y Derecho Administrativo de la Facultad de Ciencias
Políticas de la Universidad Central[55].
El 3 de enero de
1911, fallece su madre Doña Amelia Rodríguez Comíns de Rodríguez, a la edad de
81 años[56].
En cumplimiento
del Decreto Ejecutivo de fecha 28 de marzo
de 1911 y por disposición del Ciudadano Doctor Francisco Lináres
Alcántara, Presidente de la República, (en resolución Nº 2655), el 1º de mayo
de ese mismo año, es nombrado miembro de
la Comisión creada para organizar el Museo Boliviano, cuya finalidad era el
acopio y organización del Museo. Dicha comisión estaba integrada además por
Felípe Francia, Vicente Lecuna, Manuel Segundo Sánchez y Christian Federico
Witzke[57].
En ese mismo año fue jubilado de la Universidad Central de Venezuela con una
pensión de Bs. 200[58].
El 24 de
diciembre de 1912, con motivo de un
informe que presenta a la Academia Nacional de la Historia el misionero
capuchino Fray Froilán de Rionegro para fijar la fecha de la fundación de
Caracas, la Academia Nacional de la Historia nombra una comisión formada por
los Doctores Teófilo Rodríguez, Francisco Tosta García y Pedro Manuel Arcaya
para que opinaran sobre dicha proposición, afirmando que era interesante, y
merecía publicarse en el boletín, sin embargo recomendaron a la Academia
abstenerse de decretos hasta que se tenga averiguada en forma definitiva esta
fecha, cuando no aparezcan nuevos documentos que refuercen definitivamente este
punto[59].
Con motivo de
una consulta enviada por el Ministro de Instrucción Pública, el 8
de enero de 1913, Preside la Comisión nombrada por la Academia Nacional de la
Historia para examinar los documentos relativos al General Manuel Piar. Sus
conclusiones fueron presentaron al Señor
Director en un informe[60].
El 14 de febrero
de 1914, a raíz de la publicación que
hizo la Casa Ollendorff en 1912, del famoso Diario de Bucaramanga de Luis Perú
de La Croix, el Señor Manuel Pinzón Uzcátegui
dirigió una carta circular a los historiógrafos más eminentes de
Venezuela y Colombia, inquiriendo su opinión sobre el juicio emitido por Blanco
y Azpurúa acerca de la autenticidad de la mencionada obra. La opinión de
Teófilo Rodríguez fue: "Con dicho
manuscrito se había tratado de imitar las conocidas Memorias de Santa Elena,
para lo cual el que concibió la idea y la llevó a ejecución con este o aquel
propósito no se ciño en su trabajo a narrar con exactitud los juicios y
opiniones que el Libertador, departiendo con los fieles amigos y admiradores
que lo acompañaban en sus últimos días, les exponía en el seno de la confianza,
decaído ya en su físico, pero sereno en su espíritu en medio a la tormenta que
contra el grande hombre habían desencadenado los enemigos de su gloria. En esta
virtud estoy de acuerdo en el fondo con el juicio que acerca del enunciado
Diario formularon los distinguidos y honorables investigadores General José
Félix Blanco y Don Ramón Azpurúa[61]".
El 4 de julio de
1914, recibe este egregio ciudadano una nueva distinción, la Academia
Venezolana de la Lengua, correspondiente a la Real Española le reclama su
presencia como Individuo de Número para ocupar el Sillón A[62],
incorporándose a esa Docta Corporación
el 21 de marzo de 1915[63]
con una disertación, acerca de los méritos de la Lengua Española[64].
La voz de la Academia la llevó el Doctor Santiago Key Ayala, quien al darle la
bienvenida en la loa del recipiendario lo recuerda dedicándole estas palabras:
"Entre papeles amarilleados, de viejos textos latinos; entre manuscritos
de historia patria, títulos de propiedad escritos con vigorosa letra gótica,
folios e infolios de la curia eclesiástica, el Doctor Rodríguez ha preservado
aquella primera orientación de su espíritu que en su juventud le llevó a la
redacción de periódicos literarios, en muy honesta compañía... El Doctor
Rodríguez civilista y canonista, ha sido fiel, toda su vida, a la lengua de los
Césares Augustos, augusta como ellos. En medio del casi unánime desdén que
entre nosotros ha enterrado al latín, es de los pocos iniciados que en la
soledad penumbrosa del gabinete de trabajo han sabido alumbrarse con la lámpara
de su fe. Su especialización en estudios canónicos le ha permitido
acrecentarla, como que la Iglesia tiene la alta sabiduría de perpetuar, con el
latín, el recuerdo de que fue engendrada y amamantada en la cama de leones del
Imperio Romano[65]".
El 10 de julio de ese mismo año, por Comisión de
la Academia Nacional de la historia presenta en compañía del Doctor Julio
Calcaño al Señor Director de la
institución un informe para abrir concepto sobre " Relación de la Salida de
Porlamar del General José Francisco Bermúdez en 1815" apoyando la
publicación en el Boletín[66].
Su vastísima
erudición lo llevó a ocupar un sitial de honor como orador, notable jurista,
conocedor profundo de otras lenguas (francés, inglés, griego y latín),
brillante autor de estudios de historia, los cuales realiza con un criterio
imparcial y justiciero, le permitieron ocupar un puesto importante en la vida
pública venezolana.
El 26 de
septiembre de 1915, ofrece el discurso
de contestación al de recepción como individuo de Número de la Academia
Venezolana de la Lengua, del Doctor Manuel María Villalobos[67].
El 8 de
diciembre de 1915, se extingue su periplo vital, al ser llamado a la Casa del
Señor, a los 72 años de edad, debido a
una nefritis (Mal de Bright)[68],
en una modesta casa caraqueña situada entre las esquinas de Carmen a Puente
Arauca, Nº 58. Su muerte fue lamentada en los círculos intelectuales y en el
seno de la sociedad. El periódico La Religión publica al día siguiente la
noticia de su fallecimiento así: "
Murió cristianamente el Señor Doctor Teófilo
Rodríguez. Fue una vida laboriosa y útil. Doctor en ambos Derechos, miembro de
ambas Academias; periodista, profesor, Juez unas veces, y otras abogado en
ejercicio. Escribió y recopiló nuestra Tradiciones. Su recuerdo es plácido.
Nuestro pésame a su familia. Nuestros sufragios por el amigo".
Su deceso
constituyó un duro golpe para la Universidad Central de Venezuela, pues perdía
a uno de sus más brillantes catedráticos, para las Academias a las cuales
perteneció, ya que expiraba uno de sus más sobresalientes, abnegado y eficiente
colaborador y para el campo del derecho al sucumbir uno de sus más
eminentes juristas.
Libros y Folletos: (selección):
Rodríguez, Teófilo, 1843-1915.: 19 de abril de 1810
En: Certamen Nacional
Científico y Literario celebrado el 28 de octubre de 1877: por disposición del
gran demócrata general Francisco Linares Alcántara, presidente constitucional
de los Estados Unidos de Venezuela, en honor de la memoria excelsa de
Bolívar..-Caracas: Imprenta Nacional, 1878. 282, 14 p.: il., música, retr.; 29
cm. Incluye notas y referencias
bibliográficas. V. p. 117-121.
Rodríguez, Teófilo, 1843-1915.: Discurso
de orden leído por el académico Sr. Dr. Teófilo Rodríguez, en la junta pública
que la Academia Nacional de la Historia celebró el día 28 de octubre de 1891:
en conmemoración del tercer aniversario de su fundación. Caracas: Tip. de la Opinión Nacional, 1891. 29 p.; 24
cm.
BIBLIOTECA FEBRES CORDERO(BN-MERIDA): 1545
BIBLIOTECA ARCAYA (BN): 12.912
FHNM
SALA DE LIBROS RAROS (BN) LR Folleto CBN7982
SALA DE LIBROS RAROS (BN): LR Folleto CBN7982
SALA DE LIBROS Y FOLLETOS (BN): LR Folleto CBN7982
Rodríguez, Teófilo, 1843-1915.: Discursos
leídos en la Academia Venezolana correspondiente de la Real Española en la
recepción pública del señor D. Teófilo Rodríguez, el día 21 de marzo de 1915.
Caracas:
Imprenta Bolívar, [1915?] 38 p.; 23 cm. Incluye referencias bibliográficas.
Contiene discurso leído por señor doctor Santiago Key Ayala 1874-1959 en
contestación al anterior.
Con: Discursos leídos en la Academia
Venezolana... / Pedro Emilio Coll. -- Caracas: Imp. Bolívar, 1911.
BIBLIOTECA ARCAYA (BN): 13.719
SALA DE LIBROS Y FOLLETOS (BN): 460 R696
SALA DE PUB. OFICIALES (UCV): X PQ8603 M59Z5
Villalobos, Manuel María, m. 1938.: Discursos
leídos en la Academia Venezolana correspondiente de la Real Española en la
recepción pública del señor D. Manuel M. Villalobos (m. 1938.), el día 26 de
septiembre de 1915. Caracas: Tipografía Vargas, [1915]. 46 p.; 23 cm.
Contiene: Discurso leído por el señor D. Manuel María Villalobos e incluye
discurso leído por el señor Dr. D. Teófilo Rodríguez en contestación al que
antecede.
Series: Academia Venezolana, Caracas. Discursos leídos ; v. 1, no. 7
Con: Discursos leídos en la Academia Venezolana... / Pedro Emilio Coll. --
Caracas: Imp. Bolívar, 1911.
Incluye referencias bibliográficas.
SALA DE LIBROS Y FOLLETOS (BN): V-37 C-191
SALA DE PUB.OFICIALES (UCV): X PQ8603 M59Z5
SALA DE PUB. OFICIALES (UCV): X
PC4027 V5
Arteaga, Ricardo, 1843-1917. Discursos
leídos en la Academia Nacional de la Historia en la recepción pública del Sr.
Pbro. Dr. Ricardo Arteaga, el día 14 de enero de 1906. Caracas: Imprenta
Nacional, 1906. 38
p.; 22 cm. Incluye referencia bibliográfica. DL; 1980;
Contiene: Discurso del Sr. Pbro. Dr. Ricardo Arteaga. Contestación del
individuo de número Sr. Dr. Teófilo Rodríguez.
SALA DE LIBROS Y FOLLETOS (BN) F 171.7 A786
SALA DE LIBROS Y FOLLETOS (BN) F 171.7 A786
BP. SIMON RODRIGUEZ F 171.7 A786
SALA DE LIBROS Y FOLLETOS (BN) F 171.7 A786
SALA DE LIBROS Y FOLLETOS (BN): V-24 C-109
SALA DE PUB. OFICIALES (UCV): X F2301 A156
Rodríguez, Teófilo, 1843-1915.: Reformas
constitucionales /Teófilo Rodríguez [y] Eduardo Ezpelozín. Caracas:
Imprenta de El Patriota, 1889. 53 p.; 22 cm.
Notas: Catálogo Asamblea
Constituyente
BIBLIOTECA FEBRES CORDERO(BN-MERIDA): 1726
FUNDACION ROJAS ASTUDILLO
Rodríguez, Teófilo, 1843-1915.: Reglamento
de La Oliva sociedad religiosa bajo la advocación de la gloriosa asunción de
nuestra señora a los cielos. Caracas: Imprenta de Ramón Alcalde Piña, 1862.
12 p.; 15 cm.
Notas: Firmado por: Teófilo Rodríguez 1843-1915., Tomás Lander 1792-1895.
SALA DE LIBROS RAROS (BN): Folleto 267.18 O48
Rodríguez, Teófilo, 1843-1915, comp. Tradiciones populares: colección de crónicas
y leyendas nacionales, narradas por varios escritores patrios [compilado por]
Teófilo Rodríguez. Caracas:
Imprenta Editorial, 1885. viii, 340 p.; 21 cm.
SALA DE LIBROS RAROS (BN): V868.08 T763
BIBLIOTECA ARCAYA (BN): 11.346
Participación en obras colectivas
Teófilo Rodríguez.: El Nazareno de Caracas. p. 191-195
Sambrano Urdaneta, Óscar, 1929-.: Tradiciones
venezolanas / selección, Oscar Sambrano Urdaneta. - Caracas: Ministerio de
Educación, Dirección de Cultura y Bellas Artes, Departamento de Publicaciones,
1964. - 287 p.; 18 cm. - Biblioteca popular venezolana; 97. Incluye: "La
primera taza de café en el valle de Caracas" de Arístides Rojas, donde se
comenta el desarrollo del arte musical en Caracas.
El Santo Niño de Belén, de San Francisco
En: Escalona, Eunice: Temas
venezolanos de navidad.-Caracas: Italgráfica. S.R.L. Ediciones de la Academia Nacional de la
Historia. 1989. p. 91-97. Recoge una selección de trabajos en prosa, relativos
al tema de la navidad en nuestro país.
Fuentes documentales (Selección):
Chacón Rodríguez, David R.: Historia de
la medicina en Venezuela a través de sus protagonistas.
Chacón Rodríguez, David R.: "Trayectoria y testimonio de Teófilo
Rodríguez", p. 164.
En: Boletín de la Academia Nacional de
la historia.- Caracas. Tomo LXXVIII, Abril-junio de 1995, N° 310.
[1] De acuerdo con
el artículo 8 del decreto ejecutivo de 7 de enero de 1893. El Ateneo se instaló
en Comisión preparatoria el 1º de febrero, en el Paraninfo de la Ilustre
Universidad Central. Véase: Exposición que
el Ministro de Instrucción Pública presenta al Jefe del Poder Ejecutivo
Nacional, de los asuntos de su departamento, desde el establecimiento del Gobierno de la Revolución encargado de la
reconstitución de la República, hasta abril de 1893. Caracas. Imprenta Bolívar.
1893. p. 133.
[2] Archivo
Arquidiocesano de Caracas.: En un principio la Fe de Bautismos se encontraba en
el fol. 47 del Libro 8º general de
Bautismos de la parroquia de San Pablo
de Caracas correspondiente al año de 1843, pero por orden del Provisor
Diego de Córdoba se trasladó al "Libro 10 general de bautismos de la Iglesia
Parroquial de San Pablo”, fol. 136.
[3] Archivo
Arquidiocesano de Caracas.:" Libro
10 general de bautismos de la Iglesia Parroquial de San Pablo”. fol. 136.
[4] Estaba ubicado en la calle de Carabobo, casa Nº168,
Esquina de Catedral.
[5] Véase:
"Diario de Avisos" Nº 175 del sábado 26 de agosto de 1854.
[6]
Nació en Caracas, entre las esquinas
de Angelitos y Puente Escondido, en la Parroquia de San Juan, el 1° de enero de
1837. Fue hijo de Ramón Aveledo Díaz y de Adelaida Tovar Gallegos. Ellos
procrearon siete hijos: Ramón Magdaleno, Manuel Guillermo, Agustín, Adelaida,
Eduardo de Las Mercedes, Carlos Enrique y Ricardo Aveledo Urbaneja. Fallece de
senilidad, a las doce y media de la tarde, del 5 de julio de 1926 en su casa
situada de Cipreses a Hoyo N 111, parroquia de Santa Teresa.
[7] Véase: "El
Heraldo" Año II, Trim. VI, Nº 168 del 10 de agosto de 1860; 169 del 14 de
agosto de 1860 y 170 del 17 de agosto de 1860.
[8] Para esa época
vivía en la Calle del Juncal, casa Nº 101. UCV: Archivo Universitario: "Expediente
Universitario. Libro Nº 68, Exp, 38 y
"Bachiller y Licenciado
en Derecho Civil y Canónica”. 1867. Libro 15, Exp 12-13.
[9] Se encontraba
situado en la calle los Bravos, Nº 32, en la esquina El Conde.
[10] Véase "El Federalista". Nº 55 del
3-10-1863.
[11] Fue instalada
el 23 de agosto de 1862.
[12] Véase:
expediente Nº 429. Catálogo de expedientes de grados académicos. Anales que
existen en el archivo de a UCV formado por el Doctor Vicente G. Guánchez, Secretario Jubilado de la
Universidad. en Anales de la UCV. 1906. Archivo Universitario: Expediente Universitario
"Libro 39, Expediente 8"
[13] La fecha de la última Acta que se conserva es
del 11 de noviembre de 1870.
[14] Los otros
miembros eran: Anton Goëring, Cristóbal Rojas, Gualterio Chitty. Francisco
Conde, Francisco de Paula Acosta. etc.
[15] Esta comisión
estaba formada. además por Arístides Rojas, Francisco Conde, Simón Ugarte,
Manuel Vicente Díaz, Luciano Urdaneta, Rafael Villavicencio y Jesús Muñoz
Tébar.
[16] Véase:
expediente universitario de Derecho Civil y Derecho Canónico, Leg. 52
expediente 181 y 336.
[17] Universidad
Central de Venezuela: Archivo Histórico Universitario: Libro de nombramientos
de Secretarios y Oficiales. 1839-1881. V=2; T=2; N=324. fol. 290-291.
[18] Fue fundado el
24 de marzo de 1865. Además de fundadores fueron redactores y editorialistas.
En el Nº 11 del 8 de junio de
1865, publica el editorial de donde hace
un bien fundado recuento del progreso de la ciencia en Venezuela, refutando un
artículo aparecido en El Federalista" Nº 542 del sÁbado 27 de mayo de
1865, titulado "Trabajo Científico"
sobre Fragmento de un estudio geológico sobre los terremotos y temblores de
tierra en Venezuela escrito por Arístides Rojas (Véase: el "Eco
científico" y "El Naturalista" de Gerónimo Eusebio Blanco.) que
el periódico reproduce in integrum (Año II, mes X, p. 1-4).
[19] Fue fundado
el 2 de Octubre de 1880. Llegó
a ser Editor y propietario; ahí
publica una serie de artículos criticando severamente la obra "La Iglesia Cristiana" de Ernest
Renán. Este periódico se editó hasta el 31 de diciembre de 1881, alcanzando 92
números.
[20] Se desempeña
como editor, administrador, redactor y colaborador del periódico "La Tribuna de Petare" desde el
6 de octubre de del 1873, hasta el 10 de marzo de 1784. Este periódico
fue fundado el 14 de julio de 1873 (Nº 1), en la villa de ese mismo nombre por
el dominicano Alejandro Angulo Guridi (Hasta el Nº 22 del 30 de septiembre de
1783). Tuvo una efímera existencia de 64 números.
[21] En 1868, colabora en la revista científica
Vargasia[21]: Órgano de
la Sociedad de Ciencia Físicas y Naturales, publicada con el fin de contribuir
al desarrollo de la ciencia en nuestro país. junto a él colaboraban hombre de
la talla de Adolfo Ernst. Arístides Rojas, Rafael Villavicencio, Jesús Muñoz
Tébar, Lino de Revenga, Arístides Rojas. y otros. Esta revista tuvo una efímera
duración, publicando los siguientes Nº: El 1-3 corresponde a enero, febrero y
marzo de 1868; el Nº 4 al mes de abril;
el nº a mayo; el 6 a septiembre de 1869; y el 7 en 1870.
[22]
Véase: "El Federalista".
Año IV, Mes IV Nº 959, caracas, lunes,
22 de octubre de 1866. p. 3.; Nº 966
del 30 de octubre de 1866, p. 2; Nº 973,
del jueves 8 de noviembre de 1866, p. 3. ; Nº 976 del lunes 12 de noviembre de
1866. p. 1; Nº 979, del jueves, 15 de noviembre de 1866.
[23] Véase: El
Federalista Nº 1.299 del 11 de diciembre de 1867; Nos Nº 1621, 1622, 1624, 1626, 1629 de
22.23.26 y 28 de enero y 1º de febrero de 1869 y Pensamiento político
Venezolano del siglo XIX tomo 13. p. .
[24] p. 117 a 121.
[25] Imprenta
Venezolana. Caracas. 1880. p. 97-98.
[26] Se casó
Mercedes López Candebat, y de ese matrimonio nacieron 7 hijos: Teófilo, Benita
Avelina (Hna Miguelina de la Congregación de San Francisco de Asís), Angelina Elena, Miguel Reinaldo, Pedro
Antonio, Juan Leoncio y Liberia Mercedes.
[27] Felice Cardot,
Carlos.:"Venezolanos de Ayer y Hoy".
Ministerio de Educación. Departamento de Publicaciones. Caracas. 1971.
[28] Véase: Memoria que presenta al Congreso de los
Estados Unidos de Venezuela el Ministro de Instrucción Pública en 1885.
Tomo II. Vol. 1. Doc. 38. p. 28 y ss.
[29] Publicada en el
tomo II de su obra Literatura Venezolana
(Ofrenda al Libertador en su primer centenario. Impresa por disposición del
Ilustre americano, Regenerador, Pacificador y Presidente de los Estados Unidos
de Venezuela General Guzmán Blanco, 1883, página 558.
[30] En: la revista "El Cojo Ilustrado" nº 67 del 1 de
octubre de 1894, p. 381-382.
[31] En: "El Cojo Ilustrado" Nº 56, del 15 de
abril de 1894 p. 150.
[32] En: "El
Cojo Ilustrado" nº 59 del 1 de junio de 1894, p. 208-209
[33] En: El Cojo ilustrado.-Caracas. Nº 122 del 15 de enero de 1897, p. 96. Fue
reeditado en la revista "Crónica de Caracas" Nº 33 de abril-junio de
1957.
[34] En: "El Cojo Ilustrado" (Edición de
Gala). Véase: Nº 97, del 1 de enero de 1896,
p. 11. (Autógrafo).
[35] En: "El Cojo Ilustrado" Nº 52, del 15
de febrero de 1894. pp. 55-56.
[36] En: "El
Cojo Ilustrado" Nº 87 del 17 de julio de 1895. P. 458-460
[37] En: la "Ofrenda de la Junta
Central Directiva del Concierto Artístico Literario celebrado en (el Teatro
Caracas la noche de) el día 22 de marzo, en beneficio de los desgraciados de
Andalucía p.
33 a 37.
[38] En: El Amigo
del Progreso" Nº 14) del 6 de julio
de 1865.
[39] En: El Ángel Guardián Nº 83 del 29 de noviembre de 1881
[40] Véase: Memoria
que presenta al Congreso de los Estados Unidos de Venezuela el Ministro de Instrucción
Pública en 1889.-Caracas. Tipografía El Cojo. 1889. Tomo 1. p. 479.
[41] Año XXI, mes
VII, Nº 5.652.
[42] El 11 de julio
de 1889.
[43] Fue nombrado el
10 de marzo de 1909, por fallecimiento
del Doctor José María Manrique. Véase: Memoria que presenta el Ministro de
Instrucción Pública al Congreso de los
Estados Unidos de Venezuela en sus
sesiones ordinarias de 1911. Tomo II. Caracas. Imprenta Nacional. 1911.
[44] Véase: Exposición que presenta al Congreso de los
Estados Unidos de Venezuela el Ministro de Instrucción Pública en 1902.
Caracas. Imprenta Bolívar. p. 23. y Anales
de la Universidad Central de Venezuela. Año II, Tomo II, Nº 1. 1901.
Caracas. Tipografía Universitaria. 1901. p. 439-440.
[45] En 1895. Véase: Memoria que presenta al
Ministro de Instrucción Pública al Congreso de los Estados Unidos de Venezuela
en 1896. Caracas. Imprenta Colón. p. 534 a 536
[46] La primera vez
el 15 de mayo de 1909, y la segunda en
su sesión del 21 de mayo de 1913, para
regirla en el bienio que termina el 30 de dicho mes del año 1915. (Véase:
Memoria del Ministerio de Instrucción Pública de 1914. Tomo II. Caracas.
Imprenta Nacional. 1914. Doc. 172, p.
191 y (Véase: Memoria que presenta el Ministro de Relaciones Interiores al Congreso
de los Estados Unidos de Venezuela en 1912. Caracas. Imprenta Nacional. 1912.
Tomo II, Doc. 100. p. 585).
[47] (1891-1893),
(1893-1895), (1897-1899), (1901-1903), (1903-1905), (1905-1907).
[48] Cabrera
Domínguez, Guillermo.: Liceo "Andrés
Bello" un forjador de valores. Una tierna narración sobre la historia
del primer Liceo de Venezuela escrita por un antiguo alumno del Instituto con
motivo de su Primer Centenario". Caracas. 1993. Academia Nacional de la
Historia, Serie Estudios, Monografías y Ensayos, nº 161, p. 38-40.
[49] Véase: Discurso
de orden leído por el Académico Señor Doctor Teófilo Rodríguez en la Junta
Pública que la Academia Nacional de la Historia celebró el 28 de octubre de
1891 en conmemoración del tercer aniversario de su fundación.-Caracas
Tipografía de la Opinión Nacional. 1891. 29 p. Hay un ejemplar en la B.N. Bajo
la signatura V23 C 457).
[50] Véase: Memoria
que presenta el Ministro de Relaciones Interiores al Congreso de los Estados
Unidos de Venezuela en 1894. p. 22 a 25.
[51] Véase: Memoria
que presenta el Ministro de Relaciones Interiores al Congreso de los Estados
Unidos de Venezuela en 1895. p. 304 a 306).
[52] Véase: Boletín del Archivo Histórico de
Miraflores Nº 38 p. 46.
[53] Véase:
Discursos leídos en la Academia Nacional de la Historia en la recepción pública
del Señor Presbítero Doctor Don Ricardo Arteaga el día 14 de enero de 1906.
Caracas. Tipografía Americana. 1906. En el fondo bibliográfico especial de la
B.N. Sig: V.24 C109.
[54] p. 22 a 48;
Véase: Memoria que presenta el Ministro
de Instrucción Pública al Congreso de
los Estados Unidos de Venezuela en sus
sesiones ordinarias de 1911. Tomo II. Caracas. Imprenta Nacional. 1911. p.
746.
[55] Véase: Memoria que presenta el Ministro de
Instrucción Pública al Congreso de los
Estados Unidos de Venezuela en sus
sesiones ordinarias de 1910. p. 722.
[56] Fue enterrada a
las 9 a.m del día siguiente. Véase: El Universal Nº 566, Año II, del martes 3 de enero de 1911. p. 4. y Libro
de entierros del Cementerio General del Sur, correspondiente a ese año. (de
abseso hepático, Santa Teresa, Médico Pablo Francisco de Jesús Acosta Ortíz
(sobrino del eminente humanista Cecilio Juan Ramón del Carmen Acosta Revete;
parcela 3-5-84)
[57] Véase: Gaceta
Oficial. Nº 11.298 del miércoles, 3 de mayo de 1911 (Año XXXIV, Mes VII) p. 1.
[58] Véase: Memoria
que presenta el Ministro de Relaciones Interiores al Congreso de los Estados
Unidos de Venezuela en sus sesiones
ordinarias de 1912. Tomo II. Caracas, Imprenta Nacional. 1912. p. 663.
[59] Véase: Boletín
de la Academia Nacional de la Historia.-Caracas. Nº 1 del 31-3- 1913.
Tipografía Americana. p. 3-11.
[60] Véase: Boletín
de la Academia Nacional de la Historia.-Caracas. Año 1913. p. 13 a 20
[61] Véase: Manuel,
Pinzón Uzcátegui.: "Crítica
Histórica sobre el diario de Bucaramanga". Caracas, Lit. y Tip. del
Comercio. 1914. p. 78-79.
[62] Véase: Acta de
la Sesión Nº 1.526 correspondiente al jueves 4 de junio de 1914 en el Libro de
Actas de la Real Academia Venezolana de la
Lengua.
[63] Periódico El Universal.-Caracas. (Nº 2.081 del 21
de marzo de 1915. p. 7 y el Nº 2.082 del
22 de marzo de 1915. p. 1.) la reseñó así:
"A las 3 1/2 de la tarde, se efectuará en la Academia Nacional de Bellas
Artes, la Recepción Pública y solemne del Señor Doctor Teófilo Rodríguez, como
Individuo de Número de la Academia Venezolana correspondiente a la Real
Española. Contestará a su discurso de incorporación el Señor Doctor Santiago
Key Ayala”.
[64] Con tal motivo
se reunió la Academia en el salón de Bellas Artes con el objeto de recibir en
acto público y solemne al Académico electo Doctor Teófilo Rodríguez,
Presidieron el acto los Ministro de Instrucción pública y de Relaciones
Interiores (Doctor Pedro Manuel Arcaya). Asistieron además los Doctores
Francisco de Sales Pérez, Julio Calcaño, Felipe Tejera, Rafael Villavicencio,
Juan de Dios Mérida, Pedro Emilio Coll, Santiago Key Ayala, el Delegado de Su
Santidad Monseñor Carlos Pietro Paoli, el Excelentísimo Señor Ministro de
España Don Juan Servert y otras altas personalidades de la vida Nacional. La
banda marcial amenizó el acto (Véase: Discursos
leídos en la Academia Venezolana correspondiente de la Real Española en la
recepción pública del Señor Doctor Don Teófilo Rodríguez, el 21 de marzo de
1915.- Caracas: Imprenta Bolívar. 1915. 38 p. y Acta
de la Academia Correspondiente de la Lengua Española Nº 1.562).
[65] El 1° de abril
de 1915, la revista "El Cojo Ilustrado" (Nº 559, Año XXIV, p. 198),
publica una breve reseña (con fotografía) del acto de incorporación como Individuo
de Número en la Academia Venezolana de La Lengua, congratulándose por su nominación.
[66] Véase: Boletín de la Academia Nacional de la
Historia.-Caracas. Nº 3 del 30 de septiembre de 1814, p. 117-123. Tip. Vargas.
[67] Véase: Discurso
leído en la Academia Venezolana de la lengua correspondiente de la Real
Española en la recepción pública del Señor Don Manuel María Villalobos el día
26 de septiembre de 1915. Caracas, Tip Vargas, 1915)
[68] Véase: libro de defunciones de
la Parroquia Santa Teresa, Departamento Libertador del Distrito Federal,
Expediente Nº 185 de 1915. En el Registro principal del Distrito Federal y
periódico "El Universal" Nº. 2.342 del lunes 9 de diciembre de 1915.
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