martes, 25 de agosto de 2020

Historia de la Historia Constitucional de José Gil Fortoul . Cómo surgió en él la idea de escribirla





Por.- David R. Chacón Rodríguez

Cuando el Dr. Gil Fortoul fue nombrado miembro de la Comisión Codificadora de nuestra legislación, regresa a Caracas, y en su afán de contribuir al desarrollo intelectual  del país, el 20 de octubre de 1898 comienza a dictar unas conferencias públicas en la Universidad Central exponiendo la nueva teoría antroposociológica que se comenzaba a divulgar en Europa[1].


El resultado de su actuación la comenta de manera enfática a su amigo Lisandro Alvarado en carta fechada desde Este 7, Nº 15 bis, el 16 de noviembre de 1898. Al respecto le dice:

 

Nuestro público anda por la luna cuando se trata de historia patria, y sería bueno insistir sobre pormenores históricos, que el vulgo ignora, para darle más fuerza y claridad al juicio filosófico. Cada día me convenzo más del atraso intelectual en que estamos. Los que comprenden son muy pocos y es necesario insistir hasta sobre las nociones de cualquier materia.

De ello me convenzo también en mi conferencia. He dado dos, y pasado mañana daré la tercera. El auditorio es numeroso y me demuestra simpatía; pero noto que debo emplear un método menos científico. Al cabo de dos o tres conferencias más, entraré  de lleno en el estudio del problema social venezolano.  Y a mediados de diciembre las suspenderé para dedicarme a escribir, quizá una historia constitucional de Venezuela[2].

 

Gil Fortoul utilizó el mismo sistema que otros escritores emplearon para obtener el financiamiento necesario para la realización y publicación de su obra: conseguir el encargo para que el gobierno le subvencione los costos de la edición.

  







Poco tiempo después, su intento logra el éxito esperado y el 30 de noviembre de 1898, el Presidente Ignacio Andrade Troconis  emite un Decreto encargando al Dr. Gil Fortoul la escritura de la Historia Constitucional de Venezuela, desde 1811 hasta nuestros días, con una amplia introducción acerca del movimiento etnológico y sociológico de la Conquista y Colonia. A este efecto, se le facilitarán desde luego todos los archivos y bibliotecas nacionales.

En él se consideraba:

Que el estudio de los anales patrios es uno de los medios más eficaces para generalizar y ampliar el conocimiento del superior destino y de las necesidades y tendencias de los pueblos; que no existe una obra que abarque toda la evolución constitucional de Venezuela en las tres grandes épocas de su movimiento republicano;

 

Que decretada como ha sido una Exposición Nacional para celebrar en 1900 los comienzos del nuevo siglo, sería muy oportuno y de alta conveniencia publicar en la misma oportunidad una obra selecta de aquella índole, que dé cabal idea de los progresos realizados por la República y contribuya a difundir el espíritu de nuestras instituciones; y

 

Que el ciudadano José Gil Fortoul viene desde hace algunos años consagrado al estudio de la Historia y Leyes patrias, y ha publicado ya tres volúmenes sobre Filosofía Constitucional, Filosofía Penal y sociología venezolana.

 

En el Decreto se exponía:

 

Artículo 1. Se encarga al Doctor José Gil Fortoul de escribir la Historia Constitucional de Venezuela, desde 1811 hasta nuestros días, con una amplia introducción acerca del movimiento etnológico y sociológico de la Conquista y Colonia. A este efecto, se le facilitarán desde luego todos los archivos y bibliotecas nacionales.

 

Artículo 2. Se asignan al Doctor José Gil Fortoul, por este trabajo, la suma de treinta y seis mil bolívares, que se pagará por la Tesorería Nacional del Servicio Público, con cargo al ramo de Imprevistos, en quincenas vencidas de a ochocientos bolívares, a contar desde la primera de diciembre próximo, inclusive. La can­tidad de bolívares restantes se pagará de una sola vez, tan luego como el autor haya entregado al Ministro de Relaciones Interio­res los manuscritos de la obra, para lo cual se fija el 31 de octu­bre de 1899.

 

Artículo 3. La impresión de la obra será por cuenta del Gobierno Nacional, quien reserva al autor el derecho de reim­primirla.

 

Artículo 4. Los Ministros de Relaciones Interiores, de Ha­cienda y de Instrucción Pública quedan encargados de velar por la ejecución de este Decreto.

 

Dado, firmado de mi mano, sellado con el Sello del Ejecutivo Nacional y refrendado por los Ministros de Relaciones Interiores, de Hacienda y de Instrucción Pública, en Macuto, Distrito Fede­ral, a 30 de noviembre de 1898. Año 88 de la Independencia y 40 de la Federación.

 

IGNACIO ANDRADE

Refrendado.

El Ministro de Relaciones Interiores,

Z. Bello Rodríguez.

 

Refrendado.

El Ministro Interino de Hacienda,

S. Escobar.

 

Refrendado.

El Ministro de Instrucción Pública.

B. Mosquera[3].

 

La causa o pretextó que motivó la obra es el fin del siglo; la intención, recapitular los hechos ocurridos desde la Independencia hasta entonces, ponderarlos y exponer los progresos alcanzados por el país, y resaltar el espíritu de las instituciones democráticas. En el Decreto queda expresado claramente el objetivo de la obra: la exposición de la "evolución constitucional" del país, con una introducción sobre el "movimiento etnológico y sociológico" de la conquista y la colonización. Resaltan a la vista los términos del Decreto. Las expresiones "evolución constitucional", "superior destino de los pueblos", -la idea de los "progresos" y el movimiento "etnológico y sociológico", parecieran reflejar también en el redactor del Decreto, influencia de algún "modo de pensar" positivista y evolucionista, aunque también podría tratarse de una influencia simplemente liberal, ya que esta terminología también está presente en ideólogos liberales. Este es un problema que ameritaría una investigación minuciosa, que delimitara con mucha precisión el problema de las relaciones entre positivismo y liberalismo en la Venezuela de fines de siglo, sus interconexiones, etc., y que determinara si, de alguna manera, los hombres políticos de entonces habían entrado en contacto con el modo de pensar positivista, o eran simplemente de mentalidad liberal[4]. Podría tratarse también de una hipótesis más simple: lo sucedido pudo ser que el futuro escritor de la Historia, valiéndose de su influencia política y/o amistosa, fuera a la vez inspirador y redactor del Decreto.

 

Para el conocimiento del proceso de elaboración de su Historia Constitucional de Venezuela, es de singular importancia el epistolario de Gil Fortoul a Lisandro Alvarado, publicado por Aníbal Lisandro, hijo del segundo, en 1956[5].

 


Esta correspondencia demuestra la afinidad intelectual de ambos   personajes. Sus palabras son de sincero afecto, fervor y estímulo.

 

En ella, Gil Fortoul proporciona abundantes referencias, puestas en orden cronológico, permitiéndonos conocer la evolución y desarrollo de su trabajo, indicando de manera objetiva y sagaz, los procedimientos y actividades relacionadas con la redacción e impresión de su obra

 

Veamos a continuación, lo que allí encontramos al analizar su fluido intercambio epistolar:

 

Núm. 82. Plaza del Panteón, 1. Caracas. 13 de diciembre de 1897.

Después de muchas y largas pesquisas tuve por fin esta mañana la gran fortuna de dar con el tomo de O’Leary (Correspondencia de Bolívar) cuya edición mandó incinerar Guzmán. Le faltan pocos pliegos. Voy a decorarlo, y a tomar notas para escribir sobre él cuando regrese a Caracas, que será probablemente en la primavera próxima. Opor­tunamente volveré a hablarle de esto[6].

 




Daniel Florencio O'Leary 






Memorias de O'Leary      Edición de 1879

Núm. 83. Este 7, núm. 15. Caracas. 18 de octubre de 1898.

Creo que permaneceré aquí unos meses, y el tiempo que me deje libre el trabajo diario para ganar la vida, lo emplearé en algunos estudios sociales e históricos. Publicaré pronto un análisis del III volumen de las memo­rias de O’Leary, suprimido por Guzmán Blanco en 1883. Lo conseguí aquí el año pasado, por una feliz casualidad.

El Gobierno me favorece con su buena voluntad, y quizá regrese a Europa cuando haya algún puesto diplo­mático vacante. Pero mis deseos serían pasar aquí todo el invierno, para realizar alguno de mis proyectos de estudios sociológicos[7].

 

Núm. 85. Salas a Balconcito. Nº 38. Caracas. 1° de enero del 99 (1899)?.

En la Gaceta Oficial habrá leído usted el decreto relativo a la Historia Constitucional de Venezuela, que estoy preparando. Por el título juzgará usted de mi plan: un estudio filosófico de cada constitución y la historia política, social, económica, etc., en cada período. Arduo trabajo para el cual dispongo de un lapso relativamente corto.

No deje de ayudarme con todas las indicaciones, etc., que crea oportunas[8].

 

Caracas 27 de abril del 99

El señor Zapata me entregó oportunamente la constitución de Zamora de 1862. Se la devolveré cuando tome las notas que necesito. Tengo ya bastantes datos para el I volumen de la Historia Constitucional, y como ya no puedo resistir el clima me propongo embarcarme el 8 de mayo, para terminar en Europa la redacción y regresar a Caracas en octubre[9].

 

Desde Bagnéres-de-Bigorre, el 24 de agosto de  1899, le dice:

La historia constitucional que escribo es un trabajo largo y difícil, como usted sabe. Nuestras bibliotecas y archivos son la imagen misma de la incuria y del desorden. Afortunadamente ya tengo bien formado mi plan, y creo que lo realizaré sin muchos tropiezos. Quise, al principio reducir la materia a un solo volumen. ¡Imposible! Llevo escritas cerca de quinientas páginas, y todavía estoy en el año 29. El primer tomo, que terminaré en estos días, comprende la Colonia, la independencia y Colombia. El segundo, según mi plan, la oligarquía “conservadora” (30 a 48), la oligarquía “liberal” (explicaré estos títulos en su tiempo y lugar) del 48 hasta el comienzo de la guerra federal, en que vuelve todo a la anarquía, y la federación hasta 1870. El tercero comprenderá la autocracia y los Gobiernos últimos. Desdeño en lo posible la historia militar, y procuro tenazmente descubrir y señalar la evolución social y legislativa. ¿Podré lograr  mi propósito? ¡Ah! Si hubiera yo tenido la suerte de hallarme cerca de usted, para pedirle informes sobre una porción de puntos interesantes, que usted conoce mejor que nadie! Nos sé aún por cuanto tiempo permaneceré de este lado del Océano. Depende de lo que resuelva el Gobierno acerca de la impresión de la obra. Quisiera hacerla en París; pero si se decide otra cosa, tendré que regresar a Caracas, antes de terminarse el año.

 

En mi concepto, gracias a esta misiva conocemos el plan de su obra.

 

Caracas 6 de septiembre de 1900

Voy a seguir el trabajo de mi Historia Constitucional de Venezuela. El primer volumen está terminado hace un año; y quizá pueda publicarlo en Londres en el invierno próximo[10].

 

Mientras conseguía los fondos para la edición, entregaba adelantos de su obra en El Cojo Ilustrado.

 

Liverpool, 37 Chapel Walks,  4 de diciembre de 1903

El Cojo habrá tal vez visto algunos fragmentos de la parte técnica de mi Historia Constitucional. He ampliado el plan, para darle también cabida a la evolución social, económica, política e intelectual, y contendrá el libraco unos cuatro volúmenes. ¿La edición? Hago lo posible por empezarla pronto[11].

 

37 Chapel Walks, Liverpool, 14 de marzo de 1904

En días pasados remití al director de El Cojo otro fragmento de la Historia Constitucional. Refiérese al Protocolo – Urrutia del 58, y le puse una dedicatoria para usted. Sigo trabajando sin descanso a ver si en este año, ya asegurada la paz, puedo emprender la impresión[12].

 

Chapel Walks. Liverpool, 37, 5 de junio de 1904.

Ya habrá leído en El Cojo lo relativo al conflicto de 1858. Mandaré pronto a la misma revista el capítulo que se refiere a la Convención de Valencia, en el cual verá usted reseñadas las leyes de ese cuerpo, y analizada la constitución. La colección de los diarios de debates la consulté en la secretaría del Congreso: estaba incompleta. ¡Ojalá no haya desaparecido del todo!

En el archivo de Viso debe encontrarse otra. Si usted va a Caracas no pierda la ocasión de registrar ese archivo, que si no me equivoco es el más rico de los que poseemos todavía. El de la Academia y el de la Biblioteca han sido saqueados más de una vez. Afortunadamente ahora dirige la Biblioteca Landaeta Rosales[13].

 

15 Avenue Víctor Hugo. París. 13 de septiembre de 1904.

Recibí su carta fechada en San Carlos a 1º de julio. La responsabilidad de la muerte de Zamora, me parece todavía un punto muy controvertible, a pesar de cuanto se ha escrito. Que Guzmán, hombre previsor y de planes a largo plazo, desease la muerte del caudillo, es cosa verosímil o suposición plausible. Pero para creer que fue autor o cómplice, se necesitan pruebas mejores que las aducidas hasta ahora. Respecto de los restos llevados al panteón, puede ya afirmarse rotundamente que son falsos. No deje usted de resumir el debate sobre ambos puntos, en su Historia de la Federación. Lo interesante que contiene la mía a este respecto es un retrato moral de Zamora, escrito con un criterio diferente del que se ha empleado antes[14].

 

15 Avenue Víctor Hugo. París. 24 de noviembre de 1904.

No he logrado todavía la subvención ofrecida para la edición de mi Historia. Veremos si en el año que viene tengo mejor fortuna.

Desistí a última hora de publicar en El Cojo lo relativo a la Convención de Valencia. Tal vez mande pronto el capítulo sobre la libertad de los esclavos. Contiene documentos y apreciaciones que no figuran en ninguna historia[15].

 

20 Avenue Víctor Hugo. París. 8 de febrero de 1904.

Como no veo hoy probabilidades de editar mi obra histórica, voy a seguir publicando en El cojo algunos fragmentos. Fíjese en los números de marzo en adelante. Allí verá también un cuestionario sobre literatura contemporánea, y, espero que usted me mandará su opinión[16].

 

Después de avisarle que vino a pasar el verano en la playa de Honlgate, en Normandía, el 7 de septiembre de 1905 le dice: 

Muy poco he trabajado en los dos últimos meses. Todos los años noto que cuando llega el calor parezco de una invencible pereza intelectual. Tanto es así, que todavía no me he resuelto a contestar la crítica del señor Maldonado. Lo haré probablemente en octubre.

 

Tengo ya esperanzas de que los dos primeros tomos de mi Historia salgan en enero o febrero; esto es, si da buen resultado el arreglo, en que me ocupo, con un editor de Bruselas. Lo que es del Gobierno, no he logrado aún obtener ninguna subvención. Tal vez la obtenga cuando se vea en letras de molde la importancia del trabajo.

El drama sobre Bolívar está ya terminado. Mi colaborador y yo nos ocuparemos, al entrar el invierno, en pescar un empresario, que es la mayúscula dificultad[17].

 

52 Avenue Kléber. París. 8 de noviembre de 1905.

Mi contestación al doctor Maldonado la habrá leído usted en El Constitucional de fines de mes o principios del corriente…

 

Ya sabrá usted que nuestro amigo Carlos Villanueva ha copiado en los archivos de Londres, muchos documentos inéditos, interesantísimos, especialmente sobre la cuestión de la monarquía colombiana. Los publicará en un volumen, cuando pueda. El otro día me suministró para mi Historia, copia del proyecto de constitución (breve resumen) que llevó Miranda en su primera expedición, y copia también de lo que le sirvió de base para sus discursos en el Congreso del 11.  Estos documentos son valiosos, porque contienen en germen algunas de las ideas constitucionales que desarrolló Bolívar en sus proyectos de los años 19 y 25. Los analizaré en el lugar correspondiente.

 

Villanueva le suministró también al marqués de Rojas una interview de Bolívar, en Lima, en la que expone ya el proyecto monárquico, o de protectorado europeo, que promovió el Ministerio de Bogotá en 1829. El Marqués la publica en un volumen de miscelánea que se titula Tiempo perdido. Una de mis próximas revistas tratará de este punto histórico.

No se si le dije en mi anterior, que estoy en tratos con un editor de Bruselas para sacar siquiera dos tomos de la Historia en el año venidero. Le avisaré cuando concluya el negocio[18].

 

Gesandtschaft van Venezuela. Berlín. Nachod Strasse. 30, 26 de febrero de 1906.

Le escribe señalando la continuación  de su ardua labor

Leyendo que mi Historia se publicará este año, al menos los dos primeros  volúmenes. Veremos si la esperanza no resulta fallida esta vez[19].

 

Gesandtschaft van Venezuela. Berlín. W. Nachod Strasse. 30. Berlín, 13 de julio de 1906.

Después de tanto trabajo, dice: 

La corrección de pruebas de mi Historia sigue lentamente. Es un trabajo difícil, con copistas que no saben español[20].

 

Gesandtschaft van Venezuela. Nachod Strasse. 30. Berlín. 7 de septiembre de 1906.

La impresión de mi primer tomo de Historia no terminará si no a fines de octubre. Como en la imprenta nadie sabe español, el trabajo de corregir pruebas resulta penosísimo. En el apéndice pondré un estudio sobre el Acta de Independencia, que estoy preparando en colaboración con Carlos Villanueva. Los archivos de Londres, Washington y Sevilla nos han dado documentos para aclarar definitivamente la cuestión[21].

 

Gesandtschaft van Venezuela. Berlín. Nachod Strasse. 30. 3 de noviembre de 1906.

 

Estoy corrigiendo el último pliego de mi primer tomo de Historia. Le mandaré un ejemplar dentro de dos semanas. En seguida daré a las cajas el segundo tomo; aunque probablemente preferiré imprimirlo en París, porque la corrección de pruebas es aquí un trabajo desesperante. He tenido que poner una lista de erratas, lo que es siempre desagradable[22].

 

Gesandtschaft van Venezuela. Berlín. Nachod Strasse. 30. 9 de noviembre  de 1906.

Hoy le envío los primeros capítulos de mi primer tomo para que se dé usted cuenta del plan. Ya están encuadernando el volumen, y saldrá de aquí a fines de mes.

El segundo tomo se empezará a imprimir en diciembre[23].

 

Gesandtschaft van Venezuela. Berlín. Nachod Strasse. 30. Berlín 20 de noviembre de 1906.

El editor me ofrece ejemplares de mi Historia para esta tarde. Si llegaren a tiempo (mañana es día de fiesta) le mandaré uno[24].

 

Gesandtschaft van Venezuela. Berlín. Nachod Strasse. 30. 14 de enero de 1907.

He leído con vivo interés su observación sobre la manera como yo juzgo la guerra a muerte. Discrepamos en eso. Tomaré en cuenta su opinión en mi Ojeada retrospectiva, que será la parte filosófica de la obra. Allí tendré ancho campo para comentar, discutir, etc[25].

El crítico español don Miguel de Unamuno, que es de los pocos en su tierra, que estudia las cosas de nuestra América, ha escrito sobre mi primer tomo dos artículos titulados Bolívar y Don Quijote y la ciudad y la Patria. (Aquí desarrolla una teoría suya: que la patria es siempre una expansión de la ciudad Madre). Se publicarán en La Nación de Buenos Aires, y los verá usted reproducidos en Caracas, en El Cojo (Ilustrado) o en El Constitucional, dentro de unos meses.

 

Más abajo expone:

 

Libreros de París, Madrid y Barcelona me mandan presupuestos más costosos que el de Berlín. De modo que probablemente seguiré imprimiendo aquí, si encuentro algún español entendido en corregir pruebas. En este mes comenzará la edición del segundo tomo.

Ya estará en sus manos un ejemplar completo del primero.

 

Para Unamuno es ciertamente una historia que debe ser leída y conocida por todo americano; es una obra concienzuda y sólida, a la vez de muy grata y fácil lectura y no poco sugerente.[26].

 

Su siguiente artículo “La ciudad y la Patria”, lo escribe apoyado en la historia constitucional de Venezuela de Gil Fortoul[27].

 

Gesandtschaft van Venezuela. Berlín. Nachod Strasse. 30. 27 de enero de 1907.

Estoy revisando el manuscrito de mi segundo tomo, a ver si sale a luz en el verano de este año[28].

 



La llegada del libro del Doctor Gil Fortoul a Caracas fue publicitada en varios números del cojo ilustrado, la reseña decía:

 


“LA GRANDE OBRA

------

El primer tomo de la HISTORIA CONSTITUCIONAL DE VENEZUELA, por el Doctor

José Gil Fortoul

Acaba de llegar a la “Empresa El Cojo,” en donde está a la venta.

600 páginas en 8º mayor, las más interesante últimamente escrita sobre historia nacional.

PRECIO:

En Caracas… Bs. 10

Para el Interior…Bs. 11”

 

 

El 1° de febrero de 1907 fue publicado el primer comentario  de la obra, que elogiaba su rigurosidad y su método como cosas innovadoras para la época[29]. Allí expresa:

 

        Desde luego se advierte que una mano experimentada y un cerebro bajo disciplinas científicas, han regido y conducido un plan y la metodización de éste libro, que será la obra de más larga y fuerte resonancia, en Venezuela, del año intelectual que comienza.

 

y más abajo añade:

 

“Entiendase desde luego que el Doctor Gil Fortoul ha tenido sólo el propósito de realizar un estudio y análisis de las técnicas políticas que en el discurso de nuestra historia han sido propuestas, ensayadas o aplicadas en el País. Él ha huido intencionalmente la tragedia y la discordia, sanguinarias y ensangrentadoras de la patria, no conformándose en la afirmación de Baralt de que los trabajos de la paz no dan materia a la historia, “porque”, cesa el interés que ésta inspira cuando no puede referir grandes crímenes, sangrientas batallas y calamitosos sucesos.

 

Respecto al camino seguido por Gil Fortoul, cita:

 

“Me fijaré más en las obras de la inteligencia y en los trabajos de la paz. En medio de los innumerables combates hubo siempre hombres que pensasen, escribiesen, hablasen y legislasen, y una parte del pueblo cultivó los campos, abrió caminos, transportó y exportó productos, conservó, en suma, los elementos constituidos de la patria… Leyes y trabajos fueron al cabo de los depositarios de la tradición civilizadora”

 

Como se puede observar Gil Fortoul rehuye deliberadamente al aspecto épico por las ideas civilizadoras

 

En cuanto a los proyectos y tentativas de Miranda son enriquecidas en documentos que contribuyen a aclarar la conducta y las responsabilidades históricas al respecto, el articulista escribe:

 

“Su error de 1806 lo atribuye Gil Fortoul a no haber buscado anticipadamente en la Colonia, y en no desvanecer los escrúpulos que siempre estuvo ésta para desligarse de su metrópoli por protección de otra potencia europea”.

 

Cuando estudia las responsabilidades en la causa de la caída de la primera república dice:

 

“Casas y Peña, de quienes dependían las resoluciones definitivas, como autoridades que eran de La Guaira, prefirieron salvarse ellos, aunque sacrificasen a sus compañeros”.

 

Al Doctor Miguel Peña lo retrata como un abogado notabilísimo y desaforado jugador que en una partida realizada en Cartagena con el General Mariano Montilla perdió veinticinco mil pesos de los trescientos mil del empréstito del año.

 

Legación de Venezuela. Gesandtschaft van Venezuela. Berlín. Nachod Strasse. 30. 5 de marzo de 1907.

Estoy otra vez en el fastidiosísimo trabajo de corregir manuscritos y pruebas de mi segundo tomo. Resolví continuar con el mismo editor. La impresión durará cinco o seis meses[30].

 

Legación de Venezuela. Gesandtschaft van Venezuela. Berlín. Nachod Strasse. 30. 6 de mayo de 1907.

Gracias por su amable artículo publicado en El Cojo. Efectivamente, Usted[31] y González son los únicos, que yo sepa que se han ocupado allá de mi primer…Tal vez los literatos han tenido alguna dificultad en digerir la sustancia y el estilo. Poco importa. La moda pasa y la lengua queda.

 

En ese artículo Alvarado

Hace un juicio crítico de la obra concretándose en él, a los hechos que versan de la psicología social.

Para él tres órdenes de investigaciones podrían descubrirse en las páginas del libro, de un modo que revela el preferente esfuerzo del autor:

 

Las Labores diplomáticas, la evolución constitucional y los fenómenos psicológicos sociales.

 

Del segundo tomo ya van impresas unas 200 páginas, y como serán más de 500, calculo que el trabajo se terminará dentro de cuatro meses. Empéñome en que no salgan tantas erratas como en el primero[32].

 

Conférence de la Paix. Délégation de Venezuela. Frankenslag, 4. La Haya. 6 de julio de 1907.

En nota al pie

P.D.: Creo haberle dicho en mi anterior, que mi segundo tomo de Historia está impreso hasta la mitad y que podrá salir a la luz antes de fines de año. Desde aquí no puedo seguir corrigiendo pruebas[33].

 

Tulio Febres Cordero:

Centra sus críticas a los juicios emitidos por XX en el referido artículo centrando su juicio sobre el decreto de expatriación y la hostilidad contra Bolívar en 1830 y la rendición separatista que proponía D. Tomás Lander desde 1822, y luego conduje en el traslado de los restos del Libertador y el primer monumento que en la provincia de Mérida, se le levantó al Libertador Simón Bolívar[34].

 

Baltazar Vallenilla Lanz

“Llena un hondo vacío, se alza sobre los historiadores precedentes, tocados de parcialidad, determine ésta el odio o la engendre el afecto.

Luego expresa que define en su exposición de la guerra a muerte; la muerte de Piar, la opinión militar que le merece este prócer, etc.

 

    Y luego concluye:

    “El estilo de la obra es sereno. Discurre como un río undoso; lentamente; para que se reflejen bien las cosas de los márgenes. Los actores, de Bolívar abajo, éste apiado de su prestigio mítico juzgado con libre criterio, y los sucesos pasan rozándole, sin arrancarle ni amor ni odio; lejos corazón y cerebro del hábito volcánico que los envuelve casi a todos[35],

 

Val d’Or. Roote de Bordeaux. Pau. 16 de diciembre de 1908.

A mi segundo tomo de Historia le faltan unas 50 páginas de impresión. Y como aquí es más difícil corregir las pruebas de imprenta, que viene de Berlín, el trabajo marcha lentamente. Por otra parte, paréceme que sería mejor no enviar allá ese tomo sino cuando el país esté tranquilo y la gente que está haciendo ahora historia tenga tiempo de leerla[36].

 

Villa Val d’Or. Roote de Bordeaux. Pau. 25 de enero de 1909.

Con el trabajo oficial, mi segundo tomo de Historia tardará todavía unos meses. Faltan por imprimir dos capítulos, y no puedo corregir las pruebas sino poco a poco[37].

 

Nachod Strasse. 15. Berlín. 23 de julio de 1909.

En la Gaceta he visto que usted ha obtenido una pequeña subvención para publicar su Historia de la guerra federal, y como supongo que ya se estará ocupando en la impresión, le mando mi segundo tomo de Historia Constitucional, que tal vez podrá servirle para algunas notas. Ruégole que lo lea usted solo todavía, porque no quiero que circule antes de que el Gobierno resuelva sobre una solicitud mía[38].

 

A pesar de los múltiples defectos, incoherencias y contradicciones que se le puedan achacar, la Historia Constitucional de Venezuela es su obra maestra y la que más influencia ha tenido en el ambiente cultural de Venezuela. Fue hecha utilizando la documentación encontrada en diferentes archivos europeos, de ahí su principal importancia.  Consciente de ello, siempre estuvo mejorándola y aumentándola según aparecían las nuevas investigaciones.

 

 






[1] Dr. José Gil Fortoul.

En: El Cojo Ilustrado.- Caracas. Año VII. Nº 165. 1º de Noviembre de 1898. p. 766. Columna: Sueltos editoriales.

[2] Carta N 84. p. 657-658.

En: Alvarado, Aníbal Lisandro (1896-1967), ed.: Epistolario de Gil Fortoul a Lisandro Alvarado.- Barquisimeto: Imprenta del Estado Lara, 1956. 253 p.; il.; 23 cm.

Contenido:

\"Entre Gil Fortoul y Lisandro Alvarado, por Santiago Key- Ayala.\", p. 17-82.

\"Gil Fortoul periodista, por Aníbal Lisandro Alvarado\". p. 89-129.

\"Epistolario entre Gil Fortoul y Lisandro Alvarado\". p. 135-253.

Incluye índice onomástico, e índice de gráficos.

Alvarado, Lisandro, 19.9.1858-10.4.1929;

Key Ayala, Santiago, 25.4.1874-21.8.1959.

Gil Fortoul, José.: Obras completas / José Gil Fortoul.- Caracas: Ministerio de Educación, Dirección de Cultura y Bellas Artes, Comisión Editora de las Obras Completas de José Gil Fortoul, 1953- 1957. 8 v.; mapas pleg.; v.; 25 cm.

Contiene:

v.1.: Historia Constitucional de Venezuela

v.2.: Historia Constitucional de Venezuela

v.3.: Historia Constitucional de Venezuela. La Oligarquía liberal.

v.4.: Filosofía Constitucional

v.5.: El humo de mi pipa

v.6.: Tres novelas [¿Idilio?; Julián; Pasiones, Versos].

v.7.: La esgrima moderna. Sinfonía inacabada. Epistolario inédito

v.8.: Páginas de ayer

 

Véase: Epistolario inédito

En: Obras Completas, vol. VIII, Carta Nº 84. p. 656

[3] Presidencia de la República, Gaceta Oficial, Nº 7468, Caracas, 3 de diciembre de 1898.

[4] Se cree que el General Ignacio Andrade Troconis, nació en Mérida el 31 de julio 1839. Falleció en Macuto, el 17 de febrero de 1925. Tuvo una esmerada educación, según los comentarios de prensa recogidos en los textos del proceso electoral. Viajó por Europa y residió algunos años en Estados Unidos. Ejerció la Presidencia de la República desde el 28 de febrero de 1898 al 19 de octubre de 1899. Pareciera que sus ideas liberales, progresistas y democráticas las hubiera adquirido de los contactos con ese país. Las principales ideas políticas de su programa de gobierno eran:

—      impartir y fomentar la educación y la instrucción;

—      alentar el trabajo;

-—     proteger las industrias;

—      favorecer la agricultura;

—      facilitar  la  inmigración  útil;

—      practicar la independencia de los poderes públicos.

Cfr. Mensaje presidencial del General Ignacio Andrade, Presidente de la República, al Congreso Nacional en 1898,

En: Presidencia de la República, Mensajes Presidenciales, vol. 3, pp. 249-297.

Andrade,  Ignacio   (sic).  Proceso  electoral de  1897,  Caracas,   1897.

—. Discursos pronunciados en la Casa Amarilla, Caracas,  1899.

—. Discurso del general Ignacio Andrade ante el Congreso Nacional en el acto de prestar promesa constitucional como Presidente de la República, Caracas,  1898.

[5] Alvarado, Aníbal Lisandro, 1896-1967.: Epistolario de Gil Fortoul a Lisandro Alvarado / Aníbal Lisandro Alvarado. - Barquisimeto: Imprenta del Estado Lara, 1956. - 253 p.: il., facsíms., retrs,; 24 cm.

Contiene

“Entre Gil Fortoul y Lisandro Alvarado / Santiago Key-Ayala”: p. [15]-82.  – “Gil Fortoul periodista / Aníbal Lisandro Alvarado”: p. [83]-129. Incluye índices.

 

[6] Ibíd. Carta Nº 82. p. 222-223; y en: Obras Completas, vol. VIII, p. 654.

[7] Ibíd. Carta Nº 83. p. 223; y en: Obras Completas, vol. VIII, p. 655.

[8] Ibíd. Carta Nº 85. p. 225; y en: Obras Completas, vol. VIII, p. 658.

[9] Ibíd. Carta Nº 86. p. 225-226; y en: Obras Completas, vol. VIII, p. 659   

[10] Ibíd. Carta Nº 89. p. 228-229; y en: Obras Completas, vol. VIII, p. 664-665.     

[11] Ibíd. Carta Nº 90. p. 229-230; y en: Obras Completas, vol. VIII, p. 666-667.  

[12] Ibíd. Carta Nº 91. p. 230-231; y en: Obras Completas, vol. VIII, p. 668-669.    

[13] Ibíd. Carta Nº 92. p. 231-232; y en: Obras Completas, vol. VIII, p. 670-671.   

[14] Ibíd. Carta Nº 93. p. 232-233; y en: Obras Completas, vol. VIII, p.  672-673. 

[15] Ibíd. Carta Nº 94. p. 233-234; y en: Obras Completas, vol. VIII, p. 674-675.     

[16] Ibíd. Carta Nº 96. p. 235; y en: Obras Completas, vol. VIII, p. 677.  

[17] Ibíd. Carta Nº 97. p. 235-236; y en: Obras Completas, vol. VIII, p. 678.  

[18] Ibíd. Carta Nº 98. p. 236-237; y en: Obras Completas, vol. VIII, p. 679.   

[19] Ibíd. Carta Nº 99. p. 238; y en: Obras Completas, vol. VIII, p. 682.   

[20] Ibíd. Carta Nº 101. p. 239-240; y en: Obras Completas, vol. VIII, p. 685.   

[21] Ibíd. Carta Nº 102. p. 240-242; y en: Obras Completas, vol. VIII, p. 686-687.     

[22] Ibíd. Carta Nº 103. p. 242; y en: Obras Completas, vol. VIII, p. 688-689.  

[23] Ibíd. Carta Nº 104. p. 243; y en: Obras Completas, vol. VIII, p.  690.   

[24] Ibíd. Carta Nº 105. p. 243-244; y en: Obras Completas, vol. VIII, p. 691-692.      

[25] Ibíd. Carta Nº 106. p. 244-245; y en: Obras Completas, vol. VIII, p. 693-694.      

[26] Unamuno, Miguel.: Don Quijote y Bolívar. A propósito de una Historia de Venezuela.

En: El Cojo Ilustrado.- Caracas. Año XVI. Nº 370. (15 de mayo de 1907). p. 303-305. Firmada en Salamanca. 1907.

[27] Unamuno, Miguel.: La ciudad y la Patria

En: El Cojo Ilustrado.- Caracas. Año XVI. Nº 371. (1º de junio de 1907). p. 340-342. Firmada en Salamanca. 1907.

[28] Alvarado, Lisandro. Op. Cit. Carta Nº 107. p. 245; y en: Obras Completas, vol. VIII, p. 695.  

[29] Bibliografía. Historia Constitucional de Venezuela por José Gil Fortoul. Tomo primero. – Berlín.

En: El Cojo Ilustrado.- Caracas. Año XVI. Nº 363 (1º de febrero de 1907). p. 109-110.

[30] Alvarado, Lisandro. Op. Cit. Carta Nº 108. p. 246; y en: Obras Completas, vol. VIII, p. 696.  

[31] Alvarado, Lisandro.: Crítica Histórica. Historia Constitucional de Venezuela. José Gil Fortoul. Berlín. 1907. Carlos Heymann, editor.

En: El Cojo Ilustrado.- Caracas. Año XVI. Nª 365. 1º de marzo de 1907. p. 161-162. Firmado en Tinaco, febrero de 1907.

[32] Alvarado, Lisandro. Epistolario…. Carta Nº 109. p. 246-247; y en: Obras Completas, vol. VIII, p. 697.    

[33] Ibíd. Carta Nº 110. p. 247-248; y en: Obras Completas, vol. VIII, p. 698-699.    

[34] Febres Cordero, Tulio: Sobre crítica histórica.

En: El Cojo Ilustrado.- Caracas. Año XVI. Nº 373. 1º de julio de 1907. p. 392-393. Firmado en Mérida, mayo de 1907.

[35] Vallenilla Lanz, B(altazar).: Historia Constitucional de Venezuela. José Gil Fortoul. Tomo 1.

En: El Cojo Ilustrado.- Caracas. Año XVI. Nº 383. 1º de diciembre de 1907. p. 708-709.

[36] Alvarado, Lisandro. Op. Cit. Carta Nº 111. p. 248; y en: Obras Completas, vol. VIII, p.  700.   

[37] Ibíd. Carta Nº 112. p. 248-249; y en: Obras Completas, vol. VIII, p. 701.  

[38] Ibíd. Carta Nº 114. p. 250; y en: Obras Completas, vol. VIII, p. 703.    

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