lunes, 24 de agosto de 2020

Dr. José Gil Fortoul, el polígrafo prolífico

.- Autor de la  famosa Historia Constitucional de Venezuela 




Por.- David R. Chacón Rodríguez 

 

  José Gil Fortoul fue uno de esos raros casos en cuya obra aparecen, de hecho, las más diversas ramas del saber, ofreciendo en ella la ejemplaridad de una vida perilustre.

 

  Vino al mundo en tiempos de grandes perturbaciones e intentos de revoluciones que hacen olvidar los deberes sagrados, cuando la fuerza del poder personalista exige del espíritu suicida pleitesía y servidumbre. Frente a ellas no adoptó actitudes indiferentes, signadas por el cómodo sofisma de la inacción, y se ubicó en el sitio que le correspondía, para preservar con celo e ilustración las reservas espirituales y morales de la nación.

 

  Lamentablemente, siempre hemos tenido generaciones dispuestas a morir por la Patria, en vez de estar comprometidos a existir por ella. Vivimos un mundo donde convergen de manera desesperada hombres llenos de ignorancia y rapacidad por una parte, y por la otra, seres llenos de buenas intenciones inactivas e impotentes, pero así somos, no aprendemos las lecciones repantingándonos en la acolchonada silla de su egoísmo negociando gozosamente su propio provecho.

 

Gil Fortoul nació el 29 de noviembre de 1861. Aunque varias ciudades del estado Lara se disputan su cuna, el  lugar de su nacimiento nos lo aclara el insigne y notable historiador J. A. Cova Cabello en su amena obra  Bocetos para hoy, retratos de mañana1 . Allí nos dice:

 

El propio Dr. Gil Fortoul nos confesó repetidas veces haber nacido en Barquisimeto, en la calle Libertador, el 29 de noviembre de 1861. Sin embargo, nunca esclareció la fecha de su nacimiento ni la ciudad donde había nacido, ni en libros, revistas y periódicos, porque gustaba-y eso no los ratificó repetidas veces- de que tanto Barquisimeto, como El Tocuyo y Carache disputasen como las ciudades griegas con Homero, atribuyéndose cada una ser la ciudad de su natalicio.

 

Y luego, más abajo reitera:

 

Conservamos en nuestra biblioteca un ejemplar de la edición original de la Infancia de mi musa, primer libro publicado por Gil Fortoul en octubre de 1877, en Barquisimeto, Imprenta Escobar, a cargo de P. A. Azpárren. Ese librito nos fue obsequiado por el maestro días antes de morir en 1943, y a requerimiento nuestro, escribió allí: Nací, no en El Tocuyo, sino en Barquisimeto, calle Libertador, el 29 de noviembre de 1861. 

 

Fue el hijo mayor  del matrimonio del Comandante y Dr. José Espíritusanto Gil García y Adelaida Fortoul Sánchez. En relación a su matrimonio anterior el Reverendo Hermano Nectario María en su obra: Historia de la Divina Pastora de Santa Rosa2, nos relata:

 

Entre los muchos casos fulminantes, acaecidos en aquellos días, citaremos el del Comandante caraqueño León Vivas, de guarnición en esta ciudad, quien apenas transcurrido una hora después de su enlace matrimonial con la señorita Adelaida F Fortoul Sánchez)., se ve repentinamente acometido por el cólera y muere cuando himeneo contaba apenas una hora de haberle abierto las puertas de un risueño porvenir.- 12 de enero de 1856.

 


   




Adelaida Fortoul Sánchez    Dr. José Espíritusanto Gil García


  De modo que ella pasó en tan poco tiempo los tres estados civiles: soltera, casada y viuda, conservando su integridad.

 

      El joven José nació para la vida de la fe, el 19 de marzo de 1862 en la Iglesia de La Concepción de El Tocuyo, por su párroco, el Presbítero Dr. José Antonio Ponte.

 

      Estando muy niño se le inscribió el famoso plantel educativo de La Concordia, fundado el 15 de noviembre de 1863 por Don Egidio A. Montesinos Canelón. Allí recibió clases de álgebra, aritmética, caligrafía, cosmografía, cronología, física, geometría, idiomas latino, castellano y francés, moral, religión, teneduría de libros por partida doble, topografía y trigonometría. 

 

      En la sección biográfica del número 3 de nuestra querida revista caraqueño El Cojo Ilustrado correspondiente al 1º de febrero de 1892, se puede ver enmarcado en un rectángulo el retrato del Dr. José Gil Fortoul en la plenitud de su vida. Con apenas 31 años de edad aparecía con  un semblante sonriente y la mirada reflexiva. Tenía lentes y el pelo negro y un bigote que concluye en afiladas puntas. 

 

      Desde esa época su labor era apreciada por la variedad de títulos y lo novedoso de su contenido.

 

      En el mismo ejemplar, el autor de la nota que acompaña al grabado, se emiten las siguientes frases que afirma Luis López Méndez sobre Gil Fortoul:

 

Tiene un cráneo de enciclopedista y es un asimilador incomparable.

 

      Luego el articulista añade de su propia cosecha:

 

Dio prueba desde sus primeros años de contracción al estudio y de su talento. En la ciudad de El Tocuyo donde comenzó sus primeras letras, llamábanle el niño sabio, y veíansele rehuir siempre los juegos infantiles y encerrarse horas enteras en su habitación, leyendo sin cesar.  

 

      En 1873, con apenas 15 años funda y dirige junto con el caroreño Froilán Ramos, el primer periódico de la ciudad llamado El Aura Juvenil. Su redactor era Lisandro Alvarado. La imprenta la llevaban los Hermanos Colmenares.

      

Con el tiempo continúa su vocación de escritor en el periódico El Ciudadano, de El Tocuyo, fundado el 18 de mayo de 1880. Este pequeño periódico era una hoja de cuatro páginas en octavo y se ocupaba de política, literatura, variedades y anuncios. Circulaba los días jueves. En ese momento tenía 18 años y cursaba el último año de filosofía.

 

  En el editorial del primer número decía:

 

Por segunda vez aparecemos en el estadio de la prensa nacional. Consideramos las publicaciones periódicas como factores esenciales del adelanto de la sociedad y como elocuente notación además, de que éstas piensan, producen y coadyuvan al progreso general. Creemos que el objeto primordial del periodista debe ser la enseñanza del pueblo, pobre mártir de los traficantes políticos, de los ambiciosos demagogos y de sus falsos e hipócritas apóstoles. Debe inculcárseles las ideas de la democracia, al amor, al trabajo, el respeto de las leyes, y el odio al pillaje, a la anarquía y a la oclocracia. Un periodista que enseñe ideas contrarias es apostata de la prensa digna, Judas de la sociedad, cáncer de la inteligencia popular.

 

Luego, más abajo, al referirse a los partidos políticos expresa:

 

La discusión de partidos sólo da por resultado la desmoralización y la división; obstáculos casi insuperables para el adelanto, escollos terribles donde se estrella sin remedio la armonía social. La fusión de los partidos ante el altar de la Patria, produce la unión de ideas, la unión de aspiraciones; y la unión es la fuerza, la unión es la perfección. La división en lo material como en lo moral es lo que tiende a la confusión, al aniquilamiento, al caos; de la unión se deriva lo real, el poder, la vida. Un pueblo desmoralizado y dividido es un monstruo político, un cuerpo sin cohesión, una existencia absurda, un poder contradictorio.  

 

  Lamentablemente el periódico terminó con el número 16, el 1º de julio de 1880. Al día siguiente presentaba su examen final para optar al grado de bachiller en filosofía.

 

  En septiembre de ese mismo año, inicia su tercera empresa periodística con el semanario Las Flores del Ávila. Al mismo tiempo comienza su carrera de Derecho. Bajo la preceptoría del Dr. Eduardo Calcaño cursa derecho romano. Con los doctores Fernando Arvelo y Agustín Istúriz, Derecho canónico, derecho español y público eclesiástico. El Código Civil y de Comercio lo hace con los doctores Jesús María Blanco Arnal y B. Barrios. Su profesor de derecho será el Dr. Rafael Seijas y en derecho internacional será Manuel Clemente Urbaneja. Su pasantía judicial durante dos años la realizará con el insigne Dr. Teófilo Rodríguez, uno de los miembros fundadores de la Academia Nacional de la Historia, e Individuo de Número de Academia Venezolana de la Lengua, correspondiente a la Real Española.

 

  En 1882 funda y dirige la Sociedad de Amigos del Saber que reunió a un grupo de simpatizantes de la filosofía positivista.

 

  En 1884 obtiene el grado de bachiller y el 23 de enero del siguiente año, su título de Doctor en Ciencias Políticas. Su tesis versó sobre el novedoso tema El consumo se limita por la producción.

 

Inmediatamente ingresa a la vida pública la cual alterna con la escritura, así tenemos:

 

En 1879 da a conocer su primera obra Infancia de mi Musa, Barquisimeto, Venezuela: Imprenta Escobar. En 1886 preside el Consulado de Venezuela en Burdeos, Francia, luego desempeña el mismo cargo en Hamburgo  hasta 1890. En este tiempo colabora en La Opinión Nacional, publica Recuerdos de París, en Barcelona- España. (1887), se incorpora a la Academia Nacional de la Historia e ingresa a la Sociedad de Economistas de Burdeos. En 1888 aparece su obra Julián, en Leipzig- Alemania y en 1890 su Filosofía Constitucional. Luego va al Consulado de Londres (1891). En esa época edita Filosofía Penal, en Bruselas, Bélgica;  El Humo de mi Pipa. París, Francia. (1891) y comienza su colaboración en El Cojo Ilustrado. En 1892 es nombrado Secretario de la Legación de Venezuela en París y Publica La Esgrima Moderna, e ¿Idilio?, en Liverpool – Inglaterra. (1892). Después es designado  Representante de Venezuela en el litigio sometido a la decisión del Presidente de la Confederación Suiza, autorizada para contestar la demanda y someter y defender los derechos de Venezuela hasta el definitivo término del juicio referente al asunto de Fabiani (1893). Al año siguiente es Encargado de Negocios en Suiza (1894). En 1895 imprime Pasiones, París, Francia. (1895) y Cartas a Pascual. En 1896 da a conocer El Hombre y la Historia, París, Francia, llamado originalmente Ideas y opiniones.


 






Para celebrar la apertura del nuevo siglo, el gobierno nacional, por Decreto fechado el 30 de noviembre de 1898, le encarga escribir la Historia Constitucional de Venezuela. En 1900 es nombrado Cónsul General en Trinidad y en Liverpool. En 1902 participa como  Delegado de Venezuela a la Segunda Conferencia Panamericana que se reunió en México. En 1904 lo encontramos como Cónsul General en París. Dos años más tarde, en 1906 es  Encargado de Negocios en Berlín,  Alemania y allí imprime el primer tomo de su Historia Constitucional de Venezuela. Berlín, Alemania. En 1907 viaja a la Segunda Conferencia de la Paz que se congregó en La Haya. En 1909 publica el segundo tomo de su Historia Constitucional de Venezuela. En su realización utilizó documentación existente en los archivos franceses, ingleses y españoles.

 



Al cumplir sus veinticuatro años de vida diplomática, era un hombre experimentado con un prestigio y autoridad reconocida, dispuesto a servir activamente a la patria, entonces actúa como Ministro de Instrucción Pública (27 de julio de 1911 al 29 de abril de 1912).  Durante su gestión le negó la entrada a los Hermanos de las Escuelas Cristianas La Salle, sin embargo en su memoria anual preconiza el método simultáneo de enseñanza desarrollado por estos insigne pedagogos. Después ejerce la Presidencia de la Cámara del Senado, del Consejo de Gobierno (Vicepresidente) y es Encargado de la Presidencia de los Estados Unidos de Venezuela (5 de agosto de 1913 al 19 de abril de 1914).  Con el tiempo es Presidente por segunda vez de la Cámara del Senado y Presidente de la Sociedad Venezolana de Derecho Internacional (1915). En esa época imprime Discursos y Palabras, Caracas, Venezuela. (1915) y De Hoy para Mañana, Caracas, Venezuela. (1916).

 

Después inicia un nuevo periplo diplomático como Plenipotenciario de los Estados Unidos de Venezuela para gestionar los asuntos de límites con Colombia ante su Excelencia el Presidente de la Confederación Helvética, en 1917. Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario en Francia y Suiza. Jefe de la Delegación de Venezuela en la Sociedad de Naciones (1923). Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario en México para la reanudación de las relaciones diplomáticas (1933).

 

Sus últimas obras fueron Sinfonía inacabada y otras variaciones. Caracas, Venezuela. (1931), y Páginas de Ayer (obra póstuma). 

 

Llama la atención que fue un periodista toda su vida. Comenzó con el Aura Juvenil, en 1877 y finalizó con la dirección de El Nuevo Diario, en 1934.

 

De su obra dijo Miguel de Unamuno: Es poseedor de uno de los estilos más limpios y precisos de la literatura de su época3

 

Fue condecorado con el Collar de la Orden del Libertador; Legión de Honor de Francia en el grado de Gran Cruz y con la Medalla de Honor de la Instrucción Pública.

 


Él utilizaba las distracciones intelectuales para olvidar las miserias de la existencia. Vivió buscando la belleza y la alegría. Siempre la observó en el paisaje, en la naturaleza, en las flores, en la mujer…Las rosas fueron una de su principales atracciones, las consideraba como emblema permanente de la belleza, del amor y del afecto.

 

Entregó su alma al Señor en Caracas, el 15 de junio de 1943. Si bien es cierto que fue un hombre proclive al goce de los sentidos y a los placeres de la mente, a las generaciones juveniles corresponde acercarse a su obra, porque ella es fuente de imperecedera grandeza, es hontanar purísimo de lecciones ejemplares de la más auténtica y clara sabiduría. 

 



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