viernes, 24 de diciembre de 2021

Real Cédula de erección de la Universidad Central de Venezuela 1721-2021

 

El trabajo que presenta el Historiador David Chacón Rodríguez es el resultado de un estudio, más amplio que ha titulado “Historia de la Universidad Central de Venezuela a través de sus documentos fundacionales” , esta Real Cédula  tienen una importancia capital debido a la poca existencia de trabajos de esta naturaleza.

Hoy nos da a conocer por primera vez la Real Cedula de la fundación de nuestra máxima casa de estudio la Universidad Central de Venezuela, como regalo por su cumpleaños número 300.

 











martes, 21 de diciembre de 2021

1721. Lerma, 22 de diciembre. Real Cédula dirigida al Colegio Seminario de Santa Rosa de la ciudad de Caracas. Se le concede facultad y licencia para que pueda dar grados y erigirse en Universidad Real

 Procedencia:

Archivo Universitario de la UCV:

Libro de Reales Cédulas, años 1706-1784, fol. 4-7.

Hay otro ejemplar en:

Archivo General de Indias, Sevilla:

Sección Audiencia de Caracas, legajo n° 763.

 

Nota: Para facilitar la comprensión y la lectura de los textos, en la presente transcripción hemos modernizado la escritura y desarrollado las abreviaturas, indicando al inicio su procedencia.

Transcripción paleográfica: David R. Chacón Rodríguez

 

 

_________________________________________________________________________1721. Lerma (Burgos), 22 de diciembre.

Real Cédula dirigida al Colegio Seminario de Santa Rosa de la ciudad de Caracas. Se le concede facultad y licencia para que pueda dar grados y erigirse en Universidad Real.

_________________________________________________________________________

 

 

 

//Texto//:

 

/Al centro/:

 

El Rey

 

 

Por cuanto en el año de seiscientos y noventa y seis, dieron cuenta el Gobernador y Reverendo Obispo de Caracas, de estar perfeccionada la fábrica del colegio seminario de Santa Rosa de aquella ciudad, corriente sus rentas, admitídose en él trece colegiales, nombrádose mayordomo según leyes del Real Patronato, y leerse cátedras de gramática, artes, de teología moral, a fin de que se le concediese facultad de que en él se pudiesen dar grados, y admitirse cinco o seis, colegiales más, arreglándose a las mismas reglas de él, con cuyo motivo, se previno por Real Cédula de catorce de agosto del año de mil y setecientos, al referido Gobernador que respecto de estar aprobado la fundación del mencionado seminario y las constituciones formadas para su gobierno y admisión de colegiales, y todo lo demás que hasta entonces se había obrado, y estar a los principios de la fundación: no se tenía por conveniente innovar en lo practicado hasta que con el tiempo, reconociéndose algunas utilidades se pudiese tomar la resolución más conveniente para el aumento, honor y premio de las letras, a cuyo fin participase los adelantamientos que fuese teniendo ese colegio. Y habiendo solicitado después el Reverendo Obispo le concediese al referido colegio la facultad de poder dar grados, se le añadió por otra Real Cédula de veinte de setiembre del año de setecientos y dos, que para poder tomar con entero conocimiento resolución en esta materia expresase el número de maestros, colegiales y cursantes que había en el referido colegio con toda individualidad, y de las conveniencias o inconvenientes que podían seguirse a aquella provincia y a las demás circunvecinas, de conceder la facultad de que en este colegio se diesen grados y de la congrua asignada para la permanencia de las cátedras sería existente, perpetua y suficiente, habiéndose hecho también este encargo el año de setecientos y seis al Gobernador y Cabildo eclesiástico de la referida ciudad, de que ha resultado representar últimamente el Reverendo Obispo, el Cabildo eclesiástico y los alcaldes ordinarios (ejerciendo en ínterin el gobierno de aquella ciudad) y el Rector del mencionado colegio, estarse experimentando el mayor número los oyentes de todas facultades y recrecido nuevamente dos cátedras de Instituía y Cánones, a las que antes se leían con conocido provecho de toda la provincia, como era notorio a todos en el acierto de los ministros eclesiásticos que cada día salían del colegio y proseguirán muchos más sus estudios, a tener seguridad de lograr en él los grados que con tantos costos y riesgos de su vida van a solicitar a Santo Domingo, México y Santa Fe, teniendo por muy de su obligación repetir la instancia de que se le conceda dicha facultad al colegio y licencia para conseguir de Su Santidad Bula facultativa para erigirse en Universidad, para consuelo y utilidad de toda aquella provincia, que ha tantos años lo está anhelando y más cuando no se sigue perjuicio alguno a las demás universidades, por hallarse el referido colegio con nueve cátedras establecidas y dotadas con rentas suficientes, pues la de Filosofía tiene ciento y cincuenta pesos, los ciento y veinte de dotación y los treinta que paga dicho colegio; las de Teología de Prima y Vísperas con cien pesos de renta; la de Moral práctico con otros cien pesos, y otra de Música para que los seminaristas aprendan según dispone el Santo Concilio de Trento; y la de Prima de Cánones, con tres mil pesos de principal, que dio a este fin el Reverendo Obispo, habiéndose dado principio el día quince de julio del año próximo antecedente con grande concurso de los Cabildos eclesiástico y secular, religiones, nobleza y plebe de aquella ciudad y sido de gran júbilo para aquellos naturales el ver este acto tan conveniente para el adelantamiento de los estudios a que se añade el haber aumentado el Reverendo Obispo la cátedra de Leyes de Instituta mil y quinientos pesos de principal, para que llegue su renta anual a ciento veinte pesos, ponderando al mismo tiempo que en el curso de Filosofía a que se dio principio el día diez y ocho de setiembre del año de setecientos diez y nueve se matricularon sesenta estudiantes latinos de satisfacción, que muchos de ellos habían orado en Retórica, antes de entrar en dicho curso, y habiendo vacado la cátedra de Latinidad y Retórica, se pusieron edictos, y hubo once opositores, y algunos de muy tierna edad, y por mayor número de votos se proveyó en el colegial subdecano, quien la asiste, habiendo estado siempre este colegio al cuidado del Cabildo eclesiástico, y regentado sus cátedras los sujetos de más autoridad y letras de aquella Iglesia, con lo que se ha conseguido estar todo perfeccionado, así en la fábrica material como en lo formal teniendo (como tiene) muy copiosa librería, de todas Facultades; suplicando, que en esta consideración se le conceda al referido colegio la facultad de poder dar grados y erigirse en Universidad, con el renombre de Real, para premio de las letras y consuelo de aquella provincia, a quien con estas gracias y sin costa alguna de la Real Hacienda, se la evitará los excesivos costos y evidentes peligros, dilatados viajes y muertes, que han sucedido por conducirse a las Universidades referidas de Santo Domingo y Santa Fe, siguiéndose ser muy pocos los estudiantes que pasan a graduarse después de consumidos sus patrimonios en los estudios. Visto en mi Consejo de las Indias, con lo que dijo mi Fiscal de él, y consultádoseme sobre ello, se ha considerado el conocido aumento del mencionado Colegio así en oyentes, fábrica de generales, como en cátedras, que componen el número de nueve dotadas, y siendo también conocidos los gastos y riesgos para ocurrir a la Universidad más inmediata, los que necesitan los grados, y que erigiéndose en Universidad este colegio en la conformidad que disponen las leyes, se repara y satisface todo lo expresado, y se les persuade a que permanezca y no se entibien los que se aplicaren a los estudios por defecto de los grados, y más cuando no obsta este perjuicio que se puede seguir a la Universidad de Santo Domingo y Santa Fe, como también que el referido Colegio de Santa Rosa es un Seminario de colegiales cursantes. He resuelto concederle (como le concedo) facultad para que pueda dar grados y erigirse este colegio en Universidad, en la misma conformidad y con iguales circunstancias y prerrogativas que la de Santo Domingo y con el título de Real, como le tiene dicha Universidad. Por tanto, mando al Virrey y Audiencia, y a todos los demás Ministros, Gobernadores y Justicias mías, y ruego y encargo a los Prelados eclesiásticos de aquel paraje, que cada uno en la parte que respectivamente le tocara, guarde y cumpla, lo contenido en ésta mi Real deliberación, dando el auxilio y órdenes que fueren convenientes a la ejecución y observancia de ella, haciendo que se les guarden las preeminencias y exenciones que le pudieren pertenecer y se guardan a las demás Universidades, y particularmente a la dé Santo Domingo, para que por este medio logre está provincia el consuelo de ver a sus hijos establecidos con Universidad, sin los gastos y riesgos que han padecido hasta aquí, que así es mi voluntad. Y declaro haber satisfecho los dos mil reales de plata doble que por esta facultad se debían al derecho de la media anata. Y al presente se notará en las Contadurías Generales de la distribución y valores de mi Real Hacienda, en la de mi Consejo de las Indias y por los Oficiales Reales de la referida ciudad de Caracas, y en las demás partes que conviniere tenerse presente para su precisa observancia.

 

Dada en Lerma (Burgos), a veinte y dos de diciembre de mil setecientos y veinte y uno.

 

Yo el Rey.

 

 Por mandato del Rey, nuestro señor,

 

Don Francisco de Arana.

 

 

 

/Al pie/:

Al Colegio Seminario de Santa Rosa de la ciudad de Caracas se le concede facultad y licencia para que pueda dar grados y erigirse en Universidad Real

 

 






 

 







martes, 3 de agosto de 2021

¿Qué significan los colores de nuestra Bandera Nacional?

 


 

David R. Chacón Rodríguez.

 

El 3 de agosto de cada año[1], se celebra el día de La Bandera Nacional, y ante la proximidad de esta fecha considero que es una nueva oportunidad para recordar a los venezolanos, el significado de uno de los símbolos más preciados de la patria, pues es lamentable ver como en los textos que se utilizan para instruir a los alumnos de educación primaria, todavía se repite sin ningún tipo de análisis que el significado de los colores son: el amarillo: por la riqueza de nuestra patria; el azul: el mar que nos separa de España; y el rojo, la sangre derramada por los héroes que lucharon por nuestra libertad si aún no había habido guerra. Esta situación nos obliga a explicar algunos detalles poco conocidos del origen de  nuestra bandera.

Un cronista y testigo de la expedición de Miranda describe el momento solemne, en que a bordo de la nave libertadora El Leander, se iza el famoso tricolor, convertido más tarde, en bandera venezolana, la cual según una leyenda, Francisco de Miranda dedicó sus colores a una hermosa sueca que lo cautivó en su peregrinaje por la región nórdica y en cuyo homenaje estructuró la enseña del ejército libertador: El amarillo por el color oro de  su radiante pelo, el azul por sus lindos ojos y el rojo por sus ardientes y fogosos labios[2]. A pesar de ser esta una romántica interpretación, podemos afirmar, sin temor a dudas, que actualmente, no hay ninguna explicación real sobre la procedencia de los colores de nuestro pabellón nacional. En tal sentido, expondremos brevemente algunos comentarios que nos sirven para corroborar nuestra afirmación: Fray Mateo de Espinosa y Martel, en carta que dirige a su hermano Sebastián, al describir los sucesos acaecidos en la ciudad por la expedición Mirandina en agosto de 1806, expresa: El mismo día 4º se posesionó Miranda en Coro, lo quemaban aquí en la plaza pública: se levantó un tablado pequeño a donde subió el verdugo, junto con el escribano, quien publicó la sentencia, que se había dado contra su persona, y muebles aprehendidos; el verdugo tomó la proclama impresa y habiéndola manifestado al pueblo congregado, que era inmenso, pasándola a los quatro vientos o partes del mundo, la arrojó a la hogera; hizo lo mismo con una de las patentes concedidas; sucesivamente siguió la bandera compuesta de tres colores, amarillo, rosado y morado... [3].

Por esta narración, podemos inferir que Miranda influenciado por la historia de los Incas, tomó de ellos los colores para su  bandera[4]. La predilección de Miranda por esa tricomía queda demostrada cuando estando en la vieja Prusia, el 19 de abril de 1788, registra en su diario: Tuve el gusto de ver pasar la guardia de Burgueses, bandera desplegada, y tambor batiente... que todos los días a una hora semejante pasa a encargarse de los puertos, y  murallas de la ciudad, que en el día sólo se confían a sus tropas (Estas son 1.600 hombres de infantería, y artillería; y 75 dragones montados bien entretenidos, y tal cual disciplinados -la infantería es encarnado, y divida amarilla, y la artillería, azul y divisa, encarnada...[5]. Luego, encontrándose en Londres, el 24 de mayo de 1801, en la copia de una Memoria que envía Míster Martín[6] a Monsieur Vansittart, cuando precisa los elementos de tropa y guerra que necesita, expresa en el renglón de banderas: 10 drapeaux. Les couleurs de la divise rouge, jaune el blew, en trois zones (10 banderas, los colores de la divisa son rojo, amarillo y azul, en tres franjas)[7]. Su compañero en la expedición de 1806, James Biggs[8] al hablar del desplegue de la bandera colombiana dice: En este día los colores colombianos fueron desplegados a bordo por primera vez. Esta enseña está formada por los tres colores primarios que predominan en el arco iris. Hicimos una fiesta en esta ocasión. Se disparó un cañón e hicimos brindis por los auspicios de un pendón que se espera nos lleve al triunfo de la Libertad y humanidad en un país largamente oprimido.

Cuando Miranda fue nombrado Generalísimo en 1811, se dio una Real Orden mandando a destruir los documentos y papeles en que se denigraba contra la benemérita y distinguida persona del Excelentísimo Teniente  General Don  Francisco de Miranda en 1811[9], es decir, se ordenó destruir todos los expedientes correspondientes a su actuación en 1806, sin embargo, a pesar de esta  restricción, en  el Archivo del Registro Principal del Distrito Federal [10] existe un expediente que describe su estadía en Coro, proporcionando algunos datos interesantes sobre la bandera de Miranda. Don Antonio Navarrete, uno de los testigos que allí declara  por habitar en la casa donde se alojó Miranda durante su residencia en esa ciudad, expresa al respecto: Inmediatamente que llegó Miranda a esta ciudad mandó a hechar y fijó en la torre una bandera de tafetán encarnado, azul y amarillo, que el declarante para información preguntó a Rico y Cañero con indiferencia si aquella bandera era de nación holandesa, y le contestaron que no pues tenía sus significados, hasta que al fin le dijeron que quería decir Libertad, Patria, Carasioli (Sic)[11].

 

 



Sello utilizado por Miranda

 

 

El otro testificante es don Francisco Labastida, quien relata sus noticias sobre la divisa diciendo: que el lunes cuatro del corriente, como a las siete de la mañana, se fijó en la asta que está colocada en la torre de la parroquia una bandera de lanilla de tres colores en fajas o barras, uno azul superior, en el medio, amarillo, y abajo encarnado, a semejanza de la holandesa, la cual estuvo sujetada todo el día. Al siguiente martes se fijó en el lugar una bandera con los mismos colores, de  tafetanes, la cual permaneció hasta la tarde de su salida.

Otra de las cosas interesantes que contiene la declaración de Labastida, es la descripción del sello de plata que usaba Miranda para lacrar sus cartas, el cual contenía en medio una figura de hombre con una lámpara en la mano derecha, y en la punta un gorro de la Libertad, en la otra (izquierda) haciendo arco el brazo una tarjeta y en el centro una F y una M, por la orla estas palabras: Patria, Carior, Libertas, en el pie de la estatua tenía otro letrero que con el susto y tribulación no puedo comprehender.... Y como cosa curiosa, también nos describe el tipo de comida que ingería Miranda cuando vivía en casa de sus progenitores diciendo: Un día al tiempo de almorzar, hablando de las comidas del país dijo que su ordinario almuerzo en la casa de su padre era hallaca, olleta, mondongo y hallaquita, con diversidad de días, que hacía treinta años que no lo probaba.

Como se puede observar, a pesar de las múltiples investigaciones hechas, no se sabe a ciencia cierta, el origen de los colores de nuestro pabellón, prueba de ello que corrobora nuestra tesis es la carta que Bolívar dirige a Santander, manifestándole su preocupación al respecto cuando afirma: También confieso con sinceridad, que aunque gozo de una popularidad general, yo no sé cómo contestar a cada uno de los colores de que se compone nuestro pabellón. Esto me desespera hasta el último punto.... [12]



[1] El 3 de agosto de 2006, el Presidente de la República, Hugo Rafael Chávez Frías, decretó esta fecha como el Día de la Bandera, en justicia para el Generalísimo Francisco de Miranda y los mártires que llegaron en 1806 a La Vela de Coro para izar por primera vez el tricolor nacional. Antes se celebraba 12 de marzo por ser esa la fecha cuando flameó por primera vez la bandera que, con algunas modificaciones, habría de adoptar Venezuela. Este hecho memorable no ocurrió en aguas venezolanas, sino en la rada de Jacmel, Haití, en ese mismo  año.

[2] Esa mujer fue Cathrina (Cristina) Hall de Gotemburgo, casada con el inglés John Hall, el hombre más rico de Suecia para esa época. La mayoría de los historiadores afirman que fue dedicada a Catalina de Rusia, pero nosostros creemos que por  su fisonomía los colores citados no pueden ser de  ella. El historiador gotemburgués Stig Ryden, consigna esta leyenda en el apéndice para el lector de lengua española de la traducción sueca del diario de Miranda que lleva por título Miranda i sverige och norge. 1787. Nordiska Huseet. Stockholm. 1950. p. 326-327.

[3]  Archivo del General Miranda. Tomo XX, Negociaciones y  Diversos. 1950. p. 214. Carta que dirige Fray Mateo de Espinosa y Martel a su hermano Sebatian de Espinoza, capitán de infantería veterana de la plaza de Cumaná. Fechada en Caracas, el 16 de agosto de 1806.

[4] A los lectores interesados nos permitimos recomendarles la lectura de Los Comentarios Reales de los Incas de Garcilaso  de la Vega, quien en el libro VI, Capitulo XXVII dice: Ponían en la cabeza a los noveles ramilletes de dos maneras flores: unas que llaman cantuc, que son hermosísimas de formas color, unas son amarillas, y otras moradas y otras coloradas, y cada color  de por sí en extremo fino. Tomo II. Lima. Imprenta y Librería Sanmarti y Ca. MCMXIX. p. 202.

[5] Archivo del General Miranda. Viajes (Diarios de 1787-1788). Tomo III. Caracas: Parra León Hermanos. 1929. p. 249.

[6] Seudónimo utilizado por  Miranda.

[7] Archivo del General Miranda. Negociaciones (1800-1804). Tomo XVI. (Prolegómenos de la Independencia). p. 167. (El  original se encuentra en el Tomo III. fol. 116).

[8] Historia del intento de Francisco de Miranda para efectuar una revolución en Suramérica. Publicación de la Academia Nacional de la Historia. Caracas: Avila Gráfica. 1950. p. 31.

[9] El contenido completo de esta orden es: ...Nº 475.- Los Ministros de Real Hacienda de Puerto Cabello. En este correo circulamos a los Administradores Subalternos de estas Reales Caxas, el oficio de V(uestra) S(eñoría)  de 22 de enero próximo pasado inserta la Real Orden del día 19 anterior, para que con toda brevedad nos remitan todos y cualesquiera papeles que se hallen en las administraciones de su cargo contra la benemérita y distinguida persona del Excelentísimo Señor Teniente General Don Francisco de Miranda, en el concepto de que a proporción que los recibamos los embiaremos a V(uestra) S(eñoría) como nos previene y en cumplimiento de lo mandado: así también lo ejecutaremos con todos los que existan en esta Real Contaduría, para lo cual haremos un escrupuloso examen con el fin propuesto de que no quede ninguno a la posteridad; y observando desde ahora que en los libros de la cuenta y razón también se hallan expresiones denigrativas contra el referido señor, en el caso de ser grave y absoluta, la necesidad de permanencia de ellos para tantos usos y efectos que comprehenden e interesan al público y al Real Erario, se servirá Vuestra Señoría advertirnos qué es lo que hacemos con dichos libros. Véase: Historia Patria: Documentos inéditos copiados por Manuel Landaeta Rosales en el Archivo del Registro Público. En: El Monitor Liberal, Año 1. Mes 3. Núm. 70, del martes  9 de agosto de 1898.

[10] Sección Cajas Negras. 1806. Autos sobre averiguar la entrada del General Miranda y sus tropas en la ciudad de Coro.

[11] Entiéndase Carior. La traducción completa de la frase  es: La Patria es más preciada que la Libertad.

[12] Archivo de Santander: Carta que dirige Bolívar a Santander  desde Paita, el 14 de octubre de 1826.  p. 269.

Hemerografía del Hermano Nectario María ( Selección)