Por.- David R Chacón Rodríguez
Al estudiar
nuestra historia, nos encontramos que pocas veces se toma en cuenta la
influencia de las madres en la formación de sus hijos.
Un caso muy
particular y poco conocido es, en cierto modo, el de la señora Juana Antonia
Díaz Padrón de Montilla, la digna y meritoria progenitora del General Mariano Montilla,
a quien con sus oportunos avisos e lustrados consejos formó su reciedumbre.
Según los pocos
datos que conocemos. ella era una mujer dotada de grandes talentos, de una
imaginación viva De una fuerza de espíritu capaz de dominar en toda
eventualidad, las más grandes dificultades, figuraba honoríficamente al lado de los más eminentes
Ciudadanos, y les inspiró, más de una vez, la confianza que necesitaban,
mostrándoles el camino que debía seguirse y los resultados que producirían
necesariamente sus indicaciones. Y como a aquellas cualidades tan
sobresalientes reunía las gracias de su sexo, la elegancia en sus modales, la
finura la amabilidad en su trato sin
abrigar pasiones odiosas, sino el más
vehemente amor a su patria y el más vivo de que el gobierno que
planteaban sus hijos y sus amigos
estuviese adornado desde su cuna de ideas humanitarias y liberales, y de
la firmeza, decoro y dignidad que idolatra siempre el corazón de la mujer
elevada. Ella fue un tesoro de recursos y su casa un centro de actividad
política, en que tomaban fuerzas las combinaciones felices y se neutralizaban
tos sentimientos bastardos que suelen engendrar, hasta las melotes almas, los
disturbios civiles, para no dejar tras sí más que complicaciones,
arrepentimiento y vergüenza. Consagró a la causa de la Independencia todo
cuanto le pertenecía, reservándose sólo aquella fina benevolencia con que
trataba a los desgraciados y a quo tenían derecho algunos pocos de sus amigos
que no lo fueron de su causa. De ella ha referido ya la historia aquella
memorable y sublime despedida de sus hijos, en que dominando la ternura con que
los amaba, les dijo, cuando partían por la primera vez en la defensa de la
Patria. No hay quo comparecer en mi presencia si no volvéis victoriosos: rasgo
do heroísmo, semilla fecunda sembrada en terreno análogo y bien preparado que
dobla dar los más abundantes frutos.
Sello de la formación materna
Siguiendo el
famoso dictum quo dice, por sus frutos los conoceréis, podemos encontrar en la
vida y obra del general Montilla, el sello de la formación materna.
Signado por su
Influencia vemos que lucho resuelto a morir o vencer por la libertad, por su
honor, como miembro privilegiado de los ciudadanos del nuevo orden, depositario
del fuego sagrado del patriotismo que debía encender los corazones y producir
la más ardiente pasión por la libertad de toda dominación extranjera.
Era hijo del
trujillano Juan Pablo Montilla y Briceño, un agricultor nacido en Niquitao,
distrito Boconó, el 2 de julio do 1745. Falleció en Caracas, en 1803. Se casó
el 9 de junio do 1774, con María Isabel de Ascanio de loa Reyes Liendo. De esta
unión vino al mundo José Francisco Montilla Briceño y Ascanio y, luego,
contrajo segundas nupcias, el 22 de noviembre de 1781 con Juana Antonia Díaz
Padrón, de cuya unión vinieron al mundo Mariano. Juan Pablo, Tomás y Dolores.
Hijo insigne
Mariano nació en
Caracas, el 8 de septiembre de 1782. Cursó estudios en la Universidad de
Caracas y con el tiempo, su familia lo envió a Madrid para que ampliara su
visión del mundo. Allí ingresó en el Cuerpo de Guardias Reales de Corps en la
3° Brigada de la 2° Compañía española de Caballeros Americanos.
En 1801
participó en la guerra contra Portugal, bajo las órdenes del famoso Príncipe de
La Paz, el favorito Manuel Godoy, en el sitio de Olivenza. Allí fue herido. Una
vez reestablecido regresó a Venezuela por la salud maltrecha de su padre.
En ese año
Napoleón conmina a Portugal a que rompa su alianza con Inglaterra y cierre sus
puertos a los barcos ingleses. En esta pretensión arrastró a España, mediante
la firma del tercer tratado de San Ildefonso, mediante el cual España se
comprometía a declarar la guerra a Portugal si ésta mantenía su apoyo a los
ingleses. Ante la inminente negativa de los portugueses, se desencadena la
llamada Guerra dé las Naranjas. Su nombre es debido al ramo de naranjas que
Godoy envió a la reina María Luisa cuando sitiaba la ciudad de Elvas.
Según los datos
encontrados, desde 1803 presentaba un cuadro clínico deprimente. Padecía de una
especie de asma (hemoptisis con estado espasmódico del pecho). Esa enfermedad
fue el motivo de su separación de esa carrera tan brillante como la que seguía.
Además, tenía cierta tendencia depresiva.
En 1808
participó en el movimiento conocido con el nombre de la Conjuración de los
Mantuanos o Conjuración de 1808 en Caracas,
formado por el sector más poderoso de la ciudad, para constituir una
Junta de Gobierno, a ejemplo de la de Sevilla para que rigiese los destinos de
la Capitanía General de Venezuela, después de la invasión napoleónica y la
abdicación de Fernando VII en el pueblo español se plantearon varios dilemas
tendentes a llenar, primero, el vacío de autoridad y, luego, a ocupar el puesto
del poder monárquico que se encontraba acéfalo.
Se casó en 1824
con Josefa de Paniza y Ayos, en Cartagena de Indias. Tuvo una hija llamada
Dolores de Montilla y Paniza. Ella contrajo matrimonio con Luis de Uztáriz y
Monserrate. Tuvieron seis hijos: Dolores, Luis. Josefina. Cecilio, Isabel y
María Luisa.
Su desaparición
física ocurrió en su ciudad natal, a las 7:35 de la noche del día 8 de
septiembre de 1851.
En su honor se bautizó con su epónimo el Cuartel Mariano Montilla, ubicado en la dudad de La Victoria en el Municipio Ribas. Es el más hermoso e imponente cuartel de Venezuela. Su edificación fue ordenada por el Presidente la República, Cipriano Castro, el 21 de junio de 1904 y. la primera piedra se colocó el 5 de julio de ese año.
Bibliografía sobre el general de división Mariano Montilla
.- Grisanti, Carlos F, 1861-1938.: Discurso pronunciado por el doctor Carlos F. Grisanti, en el acto de depositar en el Panteón Nacional, los restos de los generales Mariano Montilla y José Félix Blanco y de don Fernando Peñalver.- Caracas: Tip. El Cojo, 1896
Colección Bibliográfica
General / En Procesamiento Bibliotecario V-27;C-310.
General de División
Mariano Montilla: homenaje en el bicentenario de su nacimiento 1782-1982.-
Caracas: Ediciones de la Presidencia de la República, 1982
.- Venezuela. Junta Directiva
de la Apoteosis de Miranda.: Mariano Montilla, Pbro. José Félix Blanco, Dr.
Fernando de Peñalver / publicación hecha por la Junta Directiva de la Apoteosis
de Miranda.-Caracas: Tipografía El Cojo, 1896. iv, 127 p. : il., fotos ; 25 cm.
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