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Mi visión de la historia
domingo, 30 de octubre de 2022
viernes, 24 de diciembre de 2021
Real Cédula de erección de la Universidad Central de Venezuela 1721-2021
El trabajo que presenta el Historiador David Chacón Rodríguez es el
resultado de un estudio, más amplio que ha titulado “Historia de la Universidad
Central de Venezuela a través de sus documentos fundacionales” , esta Real Cédula tienen una importancia capital debido a la poca existencia de
trabajos de esta naturaleza.
Hoy nos da a conocer por primera vez la Real Cedula de la fundación de
nuestra máxima casa de estudio la Universidad Central de Venezuela, como regalo
por su cumpleaños número 300.
martes, 21 de diciembre de 2021
1721. Lerma, 22 de diciembre. Real Cédula dirigida al Colegio Seminario de Santa Rosa de la ciudad de Caracas. Se le concede facultad y licencia para que pueda dar grados y erigirse en Universidad Real
Procedencia:
Archivo Universitario de la UCV:
Libro de
Reales Cédulas, años 1706-1784, fol. 4-7.
Hay otro
ejemplar en:
Archivo General de Indias, Sevilla:
Sección
Audiencia de Caracas, legajo n° 763.
Nota: Para facilitar la
comprensión y la lectura de los textos, en la presente transcripción hemos
modernizado la escritura y desarrollado las abreviaturas, indicando al inicio
su procedencia.
Transcripción
paleográfica: David R. Chacón Rodríguez
_________________________________________________________________________1721.
Lerma (Burgos), 22 de diciembre.
Real Cédula
dirigida al Colegio Seminario de Santa Rosa de la ciudad de Caracas. Se le
concede facultad y licencia para que pueda dar grados y erigirse en Universidad
Real.
_________________________________________________________________________
//Texto//:
/Al centro/:
El Rey
Por cuanto en el año de
seiscientos y noventa y seis, dieron cuenta el Gobernador y Reverendo Obispo de
Caracas, de estar perfeccionada la fábrica del colegio seminario de Santa Rosa
de aquella ciudad, corriente sus rentas, admitídose en él trece colegiales,
nombrádose mayordomo según leyes del Real Patronato, y leerse cátedras de
gramática, artes, de teología moral, a fin de que se le concediese facultad de
que en él se pudiesen dar grados, y admitirse cinco o seis, colegiales más,
arreglándose a las mismas reglas de él, con cuyo motivo, se previno por Real
Cédula de catorce de agosto del año de mil y setecientos, al referido
Gobernador que respecto de estar aprobado la fundación del mencionado seminario
y las constituciones formadas para su gobierno y admisión de colegiales, y todo
lo demás que hasta entonces se había obrado, y estar a los principios de la
fundación: no se tenía por conveniente innovar en lo practicado hasta que con
el tiempo, reconociéndose algunas utilidades se pudiese tomar la resolución más
conveniente para el aumento, honor y premio de las letras, a cuyo fin
participase los adelantamientos que fuese teniendo ese colegio. Y habiendo
solicitado después el Reverendo Obispo le concediese al referido colegio la
facultad de poder dar grados, se le añadió por otra Real Cédula de veinte de
setiembre del año de setecientos y dos, que para poder tomar con entero
conocimiento resolución en esta materia expresase el número de maestros,
colegiales y cursantes que había en el referido colegio con toda
individualidad, y de las conveniencias o inconvenientes que podían seguirse a
aquella provincia y a las demás circunvecinas, de conceder la facultad de que
en este colegio se diesen grados y de la congrua asignada para la permanencia
de las cátedras sería existente, perpetua y suficiente, habiéndose hecho
también este encargo el año de setecientos y seis al Gobernador y Cabildo
eclesiástico de la referida ciudad, de que ha resultado representar últimamente
el Reverendo Obispo, el Cabildo eclesiástico y los alcaldes ordinarios
(ejerciendo en ínterin el gobierno de aquella ciudad) y el Rector del
mencionado colegio, estarse experimentando el mayor número los oyentes de todas
facultades y recrecido nuevamente dos cátedras de Instituía y Cánones, a las
que antes se leían con conocido provecho de toda la provincia, como era notorio
a todos en el acierto de los ministros eclesiásticos que cada día salían del
colegio y proseguirán muchos más sus estudios, a tener seguridad de lograr en
él los grados que con tantos costos y riesgos de su vida van a solicitar a
Santo Domingo, México y Santa Fe, teniendo por muy de su obligación repetir la
instancia de que se le conceda dicha facultad al colegio y licencia para
conseguir de Su Santidad Bula facultativa para erigirse en Universidad, para
consuelo y utilidad de toda aquella provincia, que ha tantos años lo está
anhelando y más cuando no se sigue perjuicio alguno a las demás universidades,
por hallarse el referido colegio con nueve cátedras establecidas y dotadas con
rentas suficientes, pues la de Filosofía tiene ciento y cincuenta pesos, los
ciento y veinte de dotación y los treinta que paga dicho colegio; las de
Teología de Prima y Vísperas con cien pesos de renta; la de Moral práctico con
otros cien pesos, y otra de Música para que los seminaristas aprendan según
dispone el Santo Concilio de Trento; y la de Prima de Cánones, con tres mil
pesos de principal, que dio a este fin el Reverendo Obispo, habiéndose dado
principio el día quince de julio del año próximo antecedente con grande
concurso de los Cabildos eclesiástico y secular, religiones, nobleza y plebe de
aquella ciudad y sido de gran júbilo para aquellos naturales el ver este acto tan
conveniente para el adelantamiento de los estudios a que se añade el haber
aumentado el Reverendo Obispo la cátedra de Leyes de Instituta mil y quinientos
pesos de principal, para que llegue su renta anual a ciento veinte pesos,
ponderando al mismo tiempo que en el curso de Filosofía a que se dio principio
el día diez y ocho de setiembre del año de setecientos diez y nueve se
matricularon sesenta estudiantes latinos de satisfacción, que muchos de ellos
habían orado en Retórica, antes de entrar en dicho curso, y habiendo vacado la
cátedra de Latinidad y Retórica, se pusieron edictos, y hubo once opositores, y
algunos de muy tierna edad, y por mayor número de votos se proveyó en el
colegial subdecano, quien la asiste, habiendo estado siempre este colegio al
cuidado del Cabildo eclesiástico, y regentado sus cátedras los sujetos de más
autoridad y letras de aquella Iglesia, con lo que se ha conseguido estar todo
perfeccionado, así en la fábrica material como en lo formal teniendo (como
tiene) muy copiosa librería, de todas Facultades; suplicando, que en esta
consideración se le conceda al referido colegio la facultad de poder dar grados
y erigirse en Universidad, con el renombre de Real, para premio de las letras y
consuelo de aquella provincia, a quien con estas gracias y sin costa alguna de
la Real Hacienda, se la evitará los excesivos costos y evidentes peligros,
dilatados viajes y muertes, que han sucedido por conducirse a las Universidades
referidas de Santo Domingo y Santa Fe, siguiéndose ser muy pocos los
estudiantes que pasan a graduarse después de consumidos sus patrimonios en los
estudios. Visto en mi Consejo de las Indias, con lo que dijo mi Fiscal de él, y
consultádoseme sobre ello, se ha considerado el conocido aumento del mencionado
Colegio así en oyentes, fábrica de generales, como en cátedras, que componen el
número de nueve dotadas, y siendo también conocidos los gastos y riesgos para
ocurrir a la Universidad más inmediata, los que necesitan los grados, y que
erigiéndose en Universidad este colegio en la conformidad que disponen las
leyes, se repara y satisface todo lo expresado, y se les persuade a que
permanezca y no se entibien los que se aplicaren a los estudios por defecto de
los grados, y más cuando no obsta este perjuicio que se puede seguir a la
Universidad de Santo Domingo y Santa Fe, como también que el referido Colegio
de Santa Rosa es un Seminario de colegiales cursantes. He resuelto concederle
(como le concedo) facultad para que pueda dar grados y erigirse este colegio en
Universidad, en la misma conformidad y con iguales circunstancias y
prerrogativas que la de Santo Domingo y con el título de Real, como le tiene
dicha Universidad. Por tanto, mando al Virrey y Audiencia, y a todos los demás
Ministros, Gobernadores y Justicias mías, y ruego y encargo a los Prelados
eclesiásticos de aquel paraje, que cada uno en la parte que respectivamente le
tocara, guarde y cumpla, lo contenido en ésta mi Real deliberación, dando el
auxilio y órdenes que fueren convenientes a la ejecución y observancia de ella,
haciendo que se les guarden las preeminencias y exenciones que le pudieren
pertenecer y se guardan a las demás Universidades, y particularmente a la dé
Santo Domingo, para que por este medio logre está provincia el consuelo de ver
a sus hijos establecidos con Universidad, sin los gastos y riesgos que han
padecido hasta aquí, que así es mi voluntad. Y declaro haber satisfecho los dos
mil reales de plata doble que por esta facultad se debían al derecho de la
media anata. Y al presente se notará en las Contadurías Generales de la
distribución y valores de mi Real Hacienda, en la de mi Consejo de las Indias y
por los Oficiales Reales de la referida ciudad de Caracas, y en las demás
partes que conviniere tenerse presente para su precisa observancia.
Dada en Lerma (Burgos), a
veinte y dos de diciembre de mil setecientos y veinte y uno.
Yo el Rey.
Por mandato del Rey, nuestro señor,
Don Francisco de Arana.
/Al pie/:
Al Colegio Seminario de Santa
Rosa de la ciudad de Caracas se le concede facultad y licencia para que pueda
dar grados y erigirse en Universidad Real
martes, 3 de agosto de 2021
¿Qué significan los colores de nuestra Bandera Nacional?
David R. Chacón Rodríguez.
El
3 de agosto de cada año[1],
se celebra el día de La Bandera Nacional,
y ante la proximidad de esta fecha considero que es una nueva oportunidad para
recordar a los venezolanos, el significado de uno de los símbolos más preciados
de la patria, pues es lamentable ver como en los textos que se utilizan para
instruir a los alumnos de educación primaria, todavía se repite sin ningún tipo
de análisis que el significado de los colores son: el amarillo: por la riqueza de nuestra patria; el azul: el mar que nos
separa de España; y el rojo, la sangre derramada por los héroes que lucharon
por nuestra libertad si aún no había
habido guerra. Esta situación nos obliga a explicar algunos detalles poco
conocidos del origen de nuestra bandera.
Un
cronista y testigo de la expedición de Miranda describe el momento solemne, en
que a bordo de la nave libertadora El
Leander, se iza el famoso tricolor, convertido más tarde, en bandera
venezolana, la cual según una leyenda, Francisco de Miranda dedicó sus colores
a una hermosa sueca que lo cautivó en su peregrinaje por la región nórdica y en
cuyo homenaje estructuró la enseña del ejército libertador: El amarillo por el color oro de su radiante pelo, el azul por sus lindos ojos
y el rojo por sus ardientes y fogosos labios[2].
A pesar de ser esta una romántica interpretación, podemos afirmar, sin temor a
dudas, que actualmente, no hay ninguna explicación real sobre la procedencia de
los colores de nuestro pabellón nacional. En tal sentido, expondremos
brevemente algunos comentarios que nos sirven para corroborar nuestra
afirmación: Fray Mateo de Espinosa y Martel, en carta que dirige a su hermano
Sebastián, al describir los sucesos acaecidos en la ciudad por la expedición
Mirandina en agosto de 1806, expresa: El
mismo día 4º se posesionó Miranda en Coro, lo quemaban aquí en la plaza
pública: se levantó un tablado pequeño a donde subió el verdugo, junto con el
escribano, quien publicó la sentencia, que se había dado contra su persona, y
muebles aprehendidos; el verdugo tomó la proclama impresa y habiéndola
manifestado al pueblo congregado, que era inmenso, pasándola a los quatro
vientos o partes del mundo, la arrojó a la hogera; hizo lo mismo con una de las
patentes concedidas; sucesivamente siguió la bandera compuesta de tres colores,
amarillo, rosado y morado... [3].
Por
esta narración, podemos inferir que Miranda influenciado por la historia de los
Incas, tomó de ellos los colores para su
bandera[4].
La predilección de Miranda por esa tricomía queda demostrada cuando estando en
la vieja Prusia, el 19 de abril de 1788, registra en su diario: Tuve el gusto de ver pasar la guardia de
Burgueses, bandera desplegada, y tambor batiente... que todos los días a una
hora semejante pasa a encargarse de los puertos, y murallas de la ciudad, que en el día sólo se
confían a sus tropas (Estas son 1.600 hombres de infantería, y artillería; y 75
dragones montados bien entretenidos, y tal cual disciplinados -la infantería es
encarnado, y divida amarilla, y la artillería, azul y divisa, encarnada...[5].
Luego, encontrándose en Londres, el 24 de mayo de 1801, en la copia de una
Memoria que envía Míster Martín[6]
a Monsieur Vansittart, cuando precisa los elementos de tropa y guerra que
necesita, expresa en el renglón de banderas: 10 drapeaux. Les couleurs de la divise rouge, jaune el blew, en trois
zones (10 banderas, los colores de la divisa son rojo, amarillo y azul, en tres
franjas)[7].
Su compañero en la expedición de 1806, James Biggs[8]
al hablar del desplegue de la bandera colombiana dice: En este día los colores colombianos fueron desplegados a bordo por
primera vez. Esta enseña está formada por los tres colores primarios que
predominan en el arco iris. Hicimos una fiesta en esta ocasión. Se disparó un
cañón e hicimos brindis por los auspicios de un pendón que se espera nos lleve
al triunfo de la Libertad y humanidad en un país largamente oprimido.
Cuando
Miranda fue nombrado Generalísimo en 1811, se dio una Real Orden mandando a destruir los documentos y papeles en que se
denigraba contra la benemérita y distinguida persona del Excelentísimo
Teniente General Don Francisco de Miranda en 1811[9],
es decir, se ordenó destruir todos los expedientes correspondientes a su
actuación en 1806, sin embargo, a pesar de esta
restricción, en el Archivo del
Registro Principal del Distrito Federal [10]
existe un expediente que describe su estadía en Coro, proporcionando algunos
datos interesantes sobre la bandera de Miranda. Don Antonio Navarrete, uno de
los testigos que allí declara por
habitar en la casa donde se alojó Miranda durante su residencia en esa ciudad,
expresa al respecto: Inmediatamente que
llegó Miranda a esta ciudad mandó a hechar y fijó en la torre una bandera de
tafetán encarnado, azul y amarillo, que el declarante para información preguntó
a Rico y Cañero con indiferencia si aquella bandera era de nación holandesa, y
le contestaron que no pues tenía sus significados, hasta que al fin le dijeron
que quería decir Libertad, Patria, Carasioli (Sic)[11].
Sello
utilizado por Miranda
El
otro testificante es don Francisco Labastida, quien relata sus noticias sobre
la divisa diciendo: que el lunes cuatro
del corriente, como a las siete de la mañana, se fijó en la asta que está
colocada en la torre de la parroquia una bandera de lanilla de tres colores en
fajas o barras, uno azul superior, en el medio, amarillo, y abajo encarnado, a
semejanza de la holandesa, la cual estuvo sujetada todo el día. Al siguiente
martes se fijó en el lugar una bandera con los mismos colores, de tafetanes, la cual permaneció hasta la tarde
de su salida.
Otra
de las cosas interesantes que contiene la declaración de Labastida, es la
descripción del sello de plata que usaba Miranda para lacrar sus cartas, el
cual contenía en medio una figura de
hombre con una lámpara en la mano derecha, y en la punta un gorro de la
Libertad, en la otra (izquierda) haciendo arco el brazo una tarjeta y en el
centro una F y una M, por la orla estas palabras: Patria,
Carior, Libertas, en el pie de la estatua tenía otro letrero que con el susto y
tribulación no puedo comprehender.... Y como cosa curiosa, también nos
describe el tipo de comida que ingería Miranda cuando vivía en casa de sus
progenitores diciendo: Un día al tiempo
de almorzar, hablando de las comidas del país dijo que su ordinario almuerzo en
la casa de su padre era hallaca, olleta, mondongo y hallaquita, con diversidad
de días, que hacía treinta años que no lo probaba.
Como
se puede observar, a pesar de las múltiples investigaciones hechas, no se sabe
a ciencia cierta, el origen de los colores de nuestro pabellón, prueba de ello
que corrobora nuestra tesis es la carta que Bolívar dirige a Santander,
manifestándole su preocupación al respecto cuando afirma: También confieso con sinceridad, que aunque gozo de una popularidad
general, yo no sé cómo contestar a cada uno de los colores de que se compone
nuestro pabellón. Esto me desespera hasta el último punto.... [12]
[1] El 3 de agosto de 2006, el Presidente de la República,
Hugo Rafael Chávez Frías, decretó esta fecha como el Día de la Bandera, en
justicia para el Generalísimo Francisco de Miranda y los mártires que llegaron
en 1806 a La Vela de Coro para izar por primera vez el tricolor nacional. Antes
se celebraba 12 de marzo por ser esa la fecha cuando flameó por primera vez la
bandera que, con algunas modificaciones, habría de adoptar Venezuela. Este
hecho memorable no ocurrió en aguas venezolanas, sino en la rada de Jacmel,
Haití, en ese mismo año.
[2] Esa
mujer fue Cathrina (Cristina) Hall de Gotemburgo, casada con el inglés John
Hall, el hombre más rico de Suecia para esa época. La mayoría de los
historiadores afirman que fue dedicada a Catalina de Rusia, pero nosostros
creemos que por su fisonomía los colores
citados no pueden ser de ella. El
historiador gotemburgués Stig Ryden, consigna esta leyenda en el apéndice para el lector de lengua
española de la traducción sueca del diario de Miranda que lleva por título Miranda i sverige och norge. 1787.
Nordiska Huseet. Stockholm. 1950. p. 326-327.
[3] Archivo del General Miranda. Tomo XX,
Negociaciones y Diversos. 1950. p. 214.
Carta que dirige Fray Mateo de Espinosa y Martel a su hermano Sebatian de
Espinoza, capitán de infantería veterana de la plaza de Cumaná. Fechada en
Caracas, el 16 de agosto de 1806.
[4] A
los lectores interesados nos permitimos recomendarles la lectura de Los Comentarios Reales de los Incas de
Garcilaso de la Vega, quien en el libro
VI, Capitulo XXVII dice: Ponían en la
cabeza a los noveles ramilletes de dos maneras flores: unas que llaman cantuc,
que son hermosísimas de formas color, unas son amarillas, y otras moradas y
otras coloradas, y cada color de por sí
en extremo fino. Tomo II. Lima. Imprenta y Librería Sanmarti y Ca. MCMXIX.
p. 202.
[5] Archivo
del General Miranda. Viajes (Diarios de 1787-1788). Tomo III. Caracas: Parra
León Hermanos. 1929. p. 249.
[6]
Seudónimo utilizado por Miranda.
[7]
Archivo del General Miranda. Negociaciones (1800-1804). Tomo XVI. (Prolegómenos
de la Independencia). p. 167. (El
original se encuentra en el Tomo III. fol. 116).
[8] Historia del intento de Francisco de Miranda
para efectuar una revolución en Suramérica. Publicación de la Academia
Nacional de la Historia. Caracas: Avila Gráfica. 1950. p. 31.
[9] El
contenido completo de esta orden es: ...Nº
475.- Los Ministros de Real Hacienda de Puerto Cabello. En este correo
circulamos a los Administradores Subalternos de estas Reales Caxas, el oficio
de V(uestra) S(eñoría) de 22 de enero
próximo pasado inserta la Real Orden del día 19 anterior, para que con toda
brevedad nos remitan todos y cualesquiera papeles que se hallen en las
administraciones de su cargo contra la benemérita y distinguida persona del
Excelentísimo Señor Teniente General Don Francisco de Miranda, en el concepto
de que a proporción que los recibamos los embiaremos a V(uestra) S(eñoría) como
nos previene y en cumplimiento de lo mandado: así también lo ejecutaremos con
todos los que existan en esta Real Contaduría, para lo cual haremos un
escrupuloso examen con el fin propuesto de que no quede ninguno a la
posteridad; y observando desde ahora que en los libros de la cuenta y razón
también se hallan expresiones denigrativas contra el referido señor, en el caso
de ser grave y absoluta, la necesidad de permanencia de ellos para tantos usos
y efectos que comprehenden e interesan al público y al Real Erario, se servirá
Vuestra Señoría advertirnos qué es lo que hacemos con dichos libros. Véase:
Historia Patria: Documentos inéditos
copiados por Manuel Landaeta Rosales en el Archivo del Registro Público. En:
El Monitor Liberal, Año 1. Mes 3.
Núm. 70, del martes 9 de agosto de 1898.
[10]
Sección Cajas Negras. 1806. Autos sobre
averiguar la entrada del General Miranda y sus tropas en la ciudad de Coro.
[11]
Entiéndase Carior. La traducción completa de la frase es: La
Patria es más preciada que la Libertad.
[12]
Archivo de Santander: Carta que dirige
Bolívar a Santander desde Paita, el 14
de octubre de 1826. p. 269.
miércoles, 7 de octubre de 2020
lunes, 28 de septiembre de 2020
¿Cuál es el verdadero origen del nombre de Venezuela?
Por.- David
R. Chacón Rodríguez
El
24 de agosto de 1499, los conquistadores Alonso de Hojeda y Juan de la Cosa
descubrieron el lago[1] de
San Bartolomé[2],
hoy de Maracaibo.
Generalmente
se ha repetido que el nombre de nuestra patria se debe a Américo Vespucci quien
dijo en una de sus últimas Relaciones[3]: Hallamos una población, que tenía sus casas
sobre el agua como Venecia y que Venezuela era su diminutivo.
Es
el Hermano Nectario María quien precisa el verdadero significado, basado en la
obra del Bachiller Martín Fernández de Enciso, titulada "Suma
de Geografía" que fue primer libro impreso en referirse al Nuevo
Mundo. Esta obra fue honrada por un privilegio Real, otorgado en Zaragoza el 5
de setiembre de 1518. La imprimió el alemán Jacobo Cromberger, en Sevilla, el
año 1519.
He aquí textualmente lo que dice: "Del cabo de San Román al cabo Coquibacoa hay tres isleos en triángulo, entre estos dos cabos se hace un golfo de mar en fisura cuadrada, y al cabo de Coquibacoa entra desde este golfo otro golfo pequeño en la tierra 4 leguas. Y al cabo del a cerca de la tierra está una peña grande que es llana encima della. Y encima de ella está un lugar o casas de indios que se llama Veneçiuela. Está en X grados. Entre este golfo de Veneçiuela y el cabo de Coquibacoa haze una vuelta el agua dentro de la tierra a la parte del Oeste. Y en esta vuelta está Coquibacoa”.
Como
se puede observar en esta cita el nombre de Veneçiuela es una designación de un
pueblo indígena que se hallaba en el agua, cerca de la tierra, pero sobre una
peña llana, que podría ser una tierra firme. Estaba casi a la entrada de la
barra, la que nos la hace colocar poco más o menos en la extremidad Este de la
isla Zapara.
En
Cambio Vespucci[4]
no da nombre a este pueblo indígena, sólo dice que estaba en el agua y que les
recordó a Venecia.
Una
vez aclarado su origen y significado podemos afirmar que probablemente el
descubrimiento de Venezuela y el del Lago de Maracaibo coincidieron en el mismo
día, 24 de agosto de 1499.
Alonso de Hojeda dialogando con los indígenas
[1] Si
nos atenemos a la definición de lago, observamos que realmente es una bahía.
[2]
Llamado así por celebrarse en ese día,
la fiesta de ese Santo.
[3]
Primera carta, julio de 1500.
[4]
Está históricamente comprobado que Vespucci en su escritos “Cuatro
navegaciones” insertó leyendas
inventadas, hablando de viajes que nunca se realizaron, quedando como un
fabulador.
Curiosidades en nuestra historia. El “Tenesmo” en la conjuración de 1808
Por.- David R. Chacón Rodríguez
Después
de la invasión napoleónica y la abdicación de Fernando VII en el pueblo español
se plantearon varios dilemas tendentes a llenar, primero, el vacío de autoridad
y, luego, a ocupar el puesto del poder monárquico que se encontraba acéfalo. En
tal sentido se formularon preguntas como estas: ¿si era válido seguir
reconociendo como rey a quién acaba de abdicar? y ¿A quién le correspondía
gobernar estando el rey cautivo?.
En un
intento de resolver el problema, en la península se crean las Juntas
Gubernativas que surgen para defender los derechos reales de Fernando VII y
enfrentar la ocupación francesa.
En Venezuela,
esta noticia se supo en la tarde del día 14 de julio de 1808, cuando llega a
Ante el temor de
que los criollos declararan su emancipación so pretexto de mantener su
fidelidad al monarca Fernando VII de
Borbón, el gobernador se rehusó a cumplir las órdenes venidas desde la
península.
Al saberse en
Caracas la noticia del cambio de amo tan violento e inesperado se formó un
manifestación que recorrió las calles reconociendo como legítimo Monarca a
Fernando VII y vitoreando consignas en su favor y en contra de Napoleón y los
franceses, tales como: Los franceses son
unos pérfidos bribones. ¡Aquí no los queremos!, ni seremos vasallos de otro rey
que de Fernando VII, por el cual derramaremos cuanta sangre tenemos.
Una vez cumplida su misión, Le Manon,
regresó a
La presencia del capitán
Beaver obligó al Cabildo Municipal de Caracas a reconocer a Fernando VII
como legítimo rey y la formación de unas Juntas similares a las de España.
Mientras el
gobernador sigilosamente se negaba, en Caracas, por la ignorancia de lo que
sucedía, la gente se desesperaba cada día más y trataba de resolver el problema
del establecimiento de un nuevo gobierno por su propia cuenta y riesgo, entre
tanto los jóvenes mantuanos formaron dos grandes focos revolucionarios
dirigidos a destruir los vínculos que durante siglos ataron a estas provincias
a la península ibérica, uno de ellos era el de los: Blanco, Bolívar, Montilla,
Ribas, Toro y Tovar se congregaban en la cuadra de los Bolívar, situada a
orillas del Guaire, y el otro que funcionaba en la casa de Francisco Javier
Ribas, ubicada en el centro de la ciudad.
Preocupado el
gobernador Casas de mantener la debida obediencia al Monarca, al saber de estas
iniciativas, decide confinarlos a sus haciendas en el interior. Acto seguido,
el día 27 de julio de 1808, solicita al Ayuntamiento su opinión para formar en
Caracas una Junta Suprema como la de Sevilla, que en nombre de Fernando VII
habría de gobernar los reinos de España.
Dos días
después, en reunión del 29, el cuerpo municipal se pronuncia de manera afirmativa
aprobando el proyecto de reglamento para la formación de
Sin embargo, a
pesar de estas iniciativas, la confusión, el descontento y la incertidumbre de
los mantuanos persistió y a
principios de noviembre de 1808, Antonio Fernández de León se traslada a Caracas y propone al
marqués del Toro (Francisco Rodríguez del Toro) y a José Félix Ribas que se
reanudasen las gestiones para formar una Junta.
Con tal motivo se celebraron varias
reuniones nocturnas en la casa de José Félix Ribas, a una de las cuales acudió
el Conde de Tovar. Todo esto se supo, y en algunos lugares aparecieron
pasquines que ridiculizaban a los mantuanos y atacaban a las autoridades.
Finalmente estas reuniones
para la formación de una Junta Suprema Gubernativa en Caracas produjeron una representación de las primeras
notabilidades de Caracas, quienes con fecha 22 de noviembre de 1808, la
dirigieron al Gobernador y Capitán General don Juan de Casas, firmada por de 44
personas, figurando entre
ellas: El
Conde de San Javier, El Conde de Tovar, El Marqués del Toro, Jacinto de Acura,
Joaquín de Argos, José Vicente Blanco y Blanco, Narciso Blanco, Antonio Nicolás
Briceño, Don José Ignacio Briceño,
Francisco de
Ante
el temor de que ese proyecto estuviese encaminado a apoderarse del gobierno,
luego que estuviera constituida, quitando y separando después a las autoridades
establecidas, y poniendo en su lugar otras para lograr de este modo la
independencia, la respuesta negativa del Gobernador Juan de Casas, no se hizo esperar, y
como represalia, el 18 de noviembre de 1808, ordenó al Señor Regente Visitador
de
Poco después, el 24 de noviembre de 1808, los capitanes Carlos
Sánchez, Juan Antonio Ponte, y Francisco Javier de León, batallón de pardos de
Caracas, junto con Pedro Arévalo y Francisco José Colón del batallón de
granaderos del Valle de Aragua y Valencia manifestaron su lealtad al Gobierno,
protestando contra el proyecto de establecer una Junta que, según insinuaron,
podía estar orientada hacia la independencia, la cual rechazaron, ofreciendo
sacrificar sus vidas como una parda fiera,
en defensa de su amado y desgraciado rey Fernando
VII y su sabio Gobierno.
Aquella misma noche empezaron los arrestos de los firmantes de la
representación, algunos de los cuales quedaron detenidos en los cuarteles,
otros fueron confinados a sus casas o haciendas ubicados en diversos sitios,
tales como: Aragüita, Baruta, Charallave, Guarenas, Guatire,
En virtud de estas prisiones muchos de los detenidos en los
cuarteles pidieron retornar a su casa por hallarse enfermo, tal es el caso de
Mariano Montilla que solicitó el
traslado a su hacienda en el pueblo de
Por la sumaria podemos conocer también la indudable contribución
del Precursor Francisco de Miranda a la formación de las Juntas, en las cartas
que dirigió a las personas más notables de Caracas. A tal efecto es concluyente
el Memorial del Marqués del Toro, que en carta del 5 de abril afirma haber
recibido la misiva que él le escribió por su intermedio, desde Londres, al
Cabildo de
Igualmente, el 6 de octubre de 1808, desde Londres, vuelve a
escribir al Cabildo de Buenos Aires y al
Marqués del Toro expresando algunas reflexiones sobre la situación española,
del mismo modo le pide que reclame con dignidad y juicio sus derechos e
independencia para lo cual le anexa 9 documentos relativos a las campañas,
negociaciones y esfuerzos que ha practicado en Londres, Francia y los Estados
Unidos de América, a fin de obtener la libertad e independencia de los países
americanos, pues son fatigas y resultados de muchos años de estudio,
acompañados de una práctica adquirida en las grandes revoluciones que han
trastornado casi todos los gobiernos y antiguas instituciones de
El cenit de su actividad libertadora es la obra que hizo con Antepara,
la cual lleva por título La emancipación
de
Al marqués del Toro, José Félix Ribas, José Tovar Ponte, Pedro
Palacios Blanco, Mariano Montilla, Juan Nepomuceno Ribas, Nicolás Anzola y Luis López Méndez se les condenó al
pago de las costas y gastos, incluyendo la condenatoria del oidor honorario
Antonio Fernández de León, que se encontraba cumpliendo con lo pautado en la
averiguación sumaria en España, de donde regresaría más tarde con el título de marqués de Casa León.
En escrito fechado el 20 de abril de 1809, los fiscales Francisco
Espejo y Francisco Berrío solicitaron el sobreseimiento o Corte en Providencia,
porque los firmantes del Memorial por medio del cual pedían la formación de una
Junta Suprema, no habían cometido ningún delito que ameritara la formación del
proceso y se diera por suficientemente compurgadas
las gestiones de indiscreción y falta de
prudencia, dictamen que acogieron Casas y Mosquera y Figueroa el 4 de mayo
siguiente.
Todo este proceso
demuestra que este movimiento conocido como
[1]
Natural de Sevilla donde nació en 1746.
[2]
Véase: Petición de Pedro Palacios.
Caracas, 6 de diciembre de 1808.
En: Conjuración de 1808 en Caracas para formar
un Junta Suprema Gubernativa. Documentos Completos. Estudio Preliminar por
el Dr. Ángel Francisco Brice. Instituto Panamericano de Geografía e Historia.
Comisión de Historia. Comité de Orígenes de
[3] La
Emancipación de la América del Sur: Documentos históricos y explicativos que
muestran los planes que han estado en progreso, y las realizaci0ones hechas por
el General Miranda, para el logro de tales objetivos durante los últimos 25
años. Por José María de Antepara. Coordinación y notas: David R. Chacón
Rodríguez. Estudio introductorio: David R. Chacón Rodríguez y Daniel Chacón
Zambrano. Traducciones: María Auxiliadora Chacón Rodríguez de Sifuentes y David R. Chacón Rodríguez. Caracas, Fundación
Hermano Nectario María. 334 p. il., 28 cm. 2005. Francisco de Miranda. Tomo 2º.
(Como una contribución a la celebración de los Doscientos Cincuenta Años del
Nacimiento del Generalísimo Francisco de Miranda. Contiene la selección que
hiciera Miranda de las mejores piezas de su Archivo y hasta 1926, fueron los
únicos documentos que se conocieron de su
importante gesta referente
a la independencia de Venezuela.
El título
original es: South American emancipation:
documents, historical and explanatory, showing the designs which have been in
progress, and the exertions made by General Miranda, for the attainment of that
object during the last twenty-five years,
Editada en Londres, Inglaterra: Impresa por R. Juigné, 1810. x + 300
p. Al comienzo trae 1 lámina, grabada en
cobre, con el busto de Miranda y una vista panorámica de la ciudad de Amberes,
igualmente incluye un Mapa plegable de la batalla de Landen o de Nerwinde.
Contiene interesantes documentos de Miranda escritos en inglés, francés y
español desde el año correspondientes al período que va desde 1776 hasta 1808.
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